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Rubén Sanabria, del Inbio, explicó que la liberación de las semillas transgénicas de algodón, anunciada por el presidente Federico Franco, constituyen una gran oportunidad para el sector, atendiendo que en Paraguay se liberó el cultivo de la soja, beneficiando solo a dicho sector productivo.
“Hace tiempo se está solicitando la liberación del algodón, porque la soja RR está habilitada hace tiempo. Siempre alegamos eso, de que a un sector se le de las condiciones para que use la biotecnología, y al sector minifundiario, que tiene menos condiciones, que va a ser un aliado muy importante en realizar una agricultura más eficiente, no se le está dando”, expresó a ABC Digital.
Sanabria dijo que los países vecinos plantan en grandes cantidades el algodón transgénico, logrando una importante producción, a diferencia de Paraguay, que continuaba con las semillas normales.
“El gran logro para un agricultor paraguayo es que va a tener esta tecnología en sus manos y estamos siguiendo de cerca a los países vecinos, hemos hecho fichaje a la Argentina, donde se demostró que con seca y con tierras no tan productivas, igual se tiene mucha producción”, sostuvo.
Rubén Sanabria expresó que las críticas de algunos sectores sobre el uso de semillas transgénicas, que señalan que afecta a la salud por ser manipulada, que no se condicen con la realidad.
“Desconocen, el algodón no se consume, es tela, por ejemplo cuando nosotros consumimos pollo, estamos consumiendo maíz trangénico, soja transgénica, porque mitad del pollo es maíz y soja. La leche, el queso, son productos derivados de animales que se alimentan con soja y maíz transgénico. El yes yes se hace en Brasil de maíz transgénico y se le pone queso que son derivados de animales que consumen alimentos transgénicos. La maizena que viene de Argentina también es transgénica”, expresó.
Sanabria indicó que lo que se hace con la semilla del algodón es agregarle el gen RR “como la vacuna que se aplica a los niños”, que hace que la planta sea más resistente, genere un sistema de defensa contra plagas y evitar que las malezas crezcan más que el algodón.