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La preocupante situación que viven uno de cuatro niños y niñas paraguayos –que no está inscrito en el Registro Civil antes del año de vida–, se trasladó a la esfera del fútbol durante el partido Paraguay vs. Uruguay, celebrado el viernes pasado.
Durante los primeros minutos del partido, los principales locutores deportivos de radio y televisión no mencionaron los nombres de los jugadores, sino solo sus números, buscando llamar la atención de la audiencia y emitir mensajes sobre la problemática.
El futbolista Justo Villar, amigo de Unicef, también colaboró grabando unos mensajes para antes y después de la acción.
De esta manera, Unicef recuerda que la identidad es un rasgo fundamental de la persona humana. La inscripción en el Registro Civil es la forma concreta de que un niño o niña tenga un nombre, apellido y una nacionalidad. Sin certificado de nacimiento, un niño puede nacer y morir y su existencia no queda registrada en ningún lado.
Los principales obstáculos que impiden que este derecho se cumpla en nuestro país, según indican, están relacionados con leyes que plantean impedimentos, como la que no permite a las madres adolescentes inscribir a sus hijos; las distancias que separan a las comunidades rurales de las oficinas del Registro Civil; y el desconocimiento de la ciudadanía sobre la importancia y beneficios de registrar a los niños y niñas, entre otros.
Este derecho está asentado en la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por el Estado paraguayo.