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Según reportó el periodista de ABC Color Roque González Vera, en caso de producirse un derrumbe de los muros de Alberdi, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad deberá ser el primero en encender su sirena y recorrer con su móvil las calles de la ciudad.
Al escuchar este primer aviso, de inmediato la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, que se encuentra en el centro de la ciudad, deberá hacer sonar las campanas, para que todos los pobladores sepan que tienen que salir urgentemente. Todos los habitantes serían llevados a una colina que se encuentra a 500 metros del centro de la ciudad y es el sector más alto del territorio alberdeño.
Una vez allí, con asistencia de la Secretaría de Emergencia Nacional, se montaría un campamento, y los pobladores permanecerían en el sitio hasta que desciendan las aguas. Los pobladores que deseen salir de allí tomarían una embarcación con destino a la ciudad argentina de Formosa. Si hay situaciones de extrema gravedad, como personas heridas o enfermas, serán rescatadas en helicópteros por medio de un sistema de coordinación con la Fuerza Aérea que ya está establecido. Este método fue consensuado con todas las autoridades que están involucradas en la emergencia.
Según el sistema establecido, cada ciudadano de Alberdi tiene preparada una mochila con sus pertenencias más básicas, de tal manera que, si se produce un desmoronamiento del muro, pueda ponerse a salvo lo más rápido posible.
Actualmente, en Alberdi las campanas de la iglesia ya no suenan para anunciar cuestiones rutinarias como cambio de hora, inicio de misas u otras actividades normales, para evitar confusión en la ciudadanía. El día que las campanas de la iglesia vuelvan a sonar será para anunciar lo que ningún alberdeño desea oír: que el muro está derrumbado y hay que huir.
Mientras tanto, el personal de Bomberos Voluntarios realiza guardias rotativas para inspeccionar el muro tres veces al día. En jornadas lluviosas, como la de ayer, se realizan verificaciones seis veces al día.
Justamente en la víspera, en uno de estos recorridos, los bomberos descubrieron un hundimiento de aproximadamente 1,50 metros de profundidad por 20 metros de extensión, en el lado sur de del muro, que es el área más crítica. Si bien aseguraron que este hundimiento es pequeño y no pone en riesgo al muro, los voluntarios informaron a las autoridades de la situación, según relató el periodista Roque González Vera.
Los alberdeños aseguran ser muy conscientes de la gravedad de lo que ocurre en su ciudad y están muy preocupados. No obstante, tienen fe en que el muro resistirá.