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El gobernador del departamento de Presidente Hayes, Antonio Saldívar (País Solidario), ahora envía termos de regalo con su nombre bordado a los enfermeros y enfermeras en su día. Esto sucede días después de que entregara kits de higiene bucal en cartucheras con su nombre impreso para alumnos de escuelas públicas y subvencionadas del citado departamento, en una abierta campaña personalista pero con dinero público.
Fotografías publicadas en la cuenta de Facebook de la Gobernación muestran que Saldívar se caracteriza por hacer populismo usualmente con la donación de insumos, alimentos y todo tipo de recursos públicos.
Una fuente del Hospital Regional de Villa Hayes, dependiente del Ministerio de Salud, informó a ABC Color que mientras esto sucede el hospital está saturado de pacientes que no pueden ser atendidos por falta de recursos humanos (personal de blanco), de insumos y de medicamentos. Muchos se ven obligados a volver a sus casas o a concurrir a otros centros asistenciales, más alejados de Villa Hayes.
La fuente dijo que la entrega de obsequios con nombres de políticos es una práctica usual de todos los gobernadores que pasaron por la zona, del partido que fueran. Además, mañana se hará un almuerzo en homenaje a los enfermeros y se esperan también regalos de la gobernación.
Otra de las recientes entregas por parte de la máxima autoridad departamental a niños de diferentes instituciones educativas consiste en una cartuchera impresa con su nombre. Adentro, hay un tubo de dentífrico, un cepillo dental, una toallita y un jabón. Consultado sobre el tema de las cartucheras, el gobernador admitió que la idea se le ocurrió el año pasado y, tras consultas a “profesionales”, le pareció “interesante” hacer lo que hizo, “por el costo y el mantenimiento”.
Preguntado sobre si es ético grabar su nombre en las cartucheras destinadas a los niños, el gobernador respondió: “Todos tenemos una carátula; en todas las obras escolares aparece el proyecto de ejecución por el fulano de tal. Es para identificar de dónde salió y quién hizo”, remarcó sin una pizca de vergüenza.
Ahora le toca el “turno” a los enfermeros, quienes ya comenzaron a expresar su desagrado acerca de esta situación, puesto que el dinero que está gastando no sale de su salario, sino de las arcas del Estado destinadas para otros menesteres.