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Las aguas negras bajan por la calle Teodoro S. Mongelós y desembocan sobre la Avenida General Santos formando un charco nauseabundo al costado y frente al Hospital de Trauma.
La ciudadanía convive todos los días con esta estampa, mientras que los pacientes del hospital y peatones son los más expuestos a este ambiente insalubre.
Cada vez que pasa un vehículo a velocidad los charcos se diseminan en una explosión de agua residual salpicando a los más incautos. Además da una pésima imagen a la zona porque centenares de personas acuden todos los días al centro asistencial.
La Essap debería actuar inmediatamente para solucionar el problema por la contaminación que ocasiona frente a un hospital.