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Todas las zonas ribereñas, desde Limpio hasta Asunción, en el Bañado Sur, están muy afectadas por la crecida del río Paraguay, que avanza sin tregua, llevando a su paso los enseres de las precarias casas, obligando a la gente a abandonar sus hogares.
Al sobrevolar la zona es posible notar que solamente se puede ver el techo de algunas casas, porque ya el agua subió tanto que cubre gran parte de las viviendas.
Miles de personas están siendo desplazadas; algunas que no encuentran refugios se quedan en las zonas aledañas, apostados en las veredas, montando improvisadas carpas para resguardarse, mientras que esta situación no parece retroceder.
Desde lo que era anteriormente la costa, el agua avanzó al menos un kilómetro hacia la población, afectado sobre todo a pobladores de escasos recursos.
Muchas zonas quedaron inaccesibles y despobladas. En la zona de Cateura, algunas recicladoras están inundadas y la gente avanza hacia el Cerro Lambaré.
Desde que el agua comenzó a subir y las lluvias intensas inundaron ciudades en el interior y en la capital, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), conjuntamente con los municipios, están trabajando pero no dan abasto y ahora necesitan más dinero para seguir paliando la situación.