El informe indica que 50.000 niños y adolescentes están excluidos del sistema escolar, en parte debido a la falta de acceso a determinados niveles educativos, como la enseñanza preescolar o la enseñanza media, en algunas comunidades, explicó hoy a Efe Gabriela Walder, una de las autoras del informe, presentado hoy en la sede de la ONU en Asunción.
La experta del centro de Investigación para el Desarrollo (ID) destacó que el rezago escolar, la entrada tardía al sistema escolar, o la tendencia a repetir curso varias veces son factores que propician el abandono escolar y dejan en riesgo de exclusión educativa a cerca de 150.000 niños y adolescentes.
Además, resaltó que el 30 % de los niños en edad escolar de comunidades indígenas no asiste a la escuela, debido a las dificultades de acceso a instituciones educativas en muchas comunidades apartadas y a la falta de acuerdo de algunos padres con la educación que se proporciona en ellas.
Walder afirmó que las tasas de abandono escolar y exclusión del sistema educativo son más elevadas en las zonas rurales que en las urbanas y reveló que la pobreza es un problema transversal que afecta al acceso, permanencia y conclusión de los estudios.
“Si un niño vive en condiciones de pobreza, en una comunidad alejada de una zona poblada, con pocas personas letradas en su entorno y asiste a una escuela con pocos recursos para potenciar sus destrezas, tendrá menos posibilidades de ingreso, permanencia y conclusión de su educación”, dijo la experta.
Por su parte, el informe reveló que una de las causas del rezago escolar, el bajo rendimiento y la repetición reiterada de curso en los alumnos es la baja formación de los docentes, que muchos de ellos arrastran desde la educación media.
Para tratar de revertir esta situación, el ID, con apoyo del MEC y de Unicef, promueve un “cambio de paradigma” en la transmisión de conocimientos entre maestros y alumnos, que vuelva a poner al niño en el centro del proceso educativo, según Walder.
Además, se están modificando algunas nociones para el aprendizaje de competencias básicas como la lectura y la escritura, como por ejemplo la enseñanza desglosada desde el texto hasta el conocimiento de las letras.
Este nuevo modelo promueve, según Walder, la comprensión lectora y la implicación del docente en el proceso educativo y ha tenido buenos resultados en la provincia argentina de Formosa, limítrofe con Paraguay.
El informe “Perfiles de la exclusión educativa en la República de Paraguay” forma parte de la Iniciativa Global por los Niños Fuera de la Escuela promovida por Unicef y Unesco.
El estudio fue presentado en la víspera de la movilización convocada para este viernes por estudiantes de secundaria para solicitar mayor calidad educativa, mejor capacitación docente y mayor inversión en el sector, entre otros reclamos.
Paraguay es uno de los países de la región que menos presupuesto destina a educación, con apenas 3,5 % de su PIB, lejos del mínimo de 7 % recomendado por la Unesco a nivel global.
A finales de 2015, el Congreso paraguayo aprobó un aumento de 12 millones de dólares en el presupuesto estatal destinado a Educación para 2016, tras meses de protestas estudiantiles.