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La nota fue enviada tanto al presidente de la República como a los representantes del Congreso Nacional y la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).
“La operación podría generar un deterioro en las condiciones de competencia, en perjuicio de las restantes operadoras de la industria y de los usuarios finales”, expresa el texto remitido por la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET).
La organización explica que la compra de Cablevisión por parte de Tigo brindará una serie de ventajas a esta última firma, que “podría generar el desplazamiento de los otros operadores o impedir la entrada de nuevos participantes al mercado”.
Igualmente, recuerda que Cablevisión es el operador dominante en el mercado de TV por cable en Paraguay, mientras que Telecel S.A. es el “principal operador en telefonía móvil”.
“La concentración de poder en manos de una única empresa se reforzará al concretarse la operación”, agrega.
Comenta que la empresa de televisión por suscripción es propietaria de “50MHz en el espectro de la banda de 2600MHz para Internet y Datos”, por lo que “se otorgará más poder a la empresa Telecel”.
La asociación recuerda en la nota que en Paraguay está prohibido el monopolio, de acuerdo al artículo 107 de la Constitución que expresa lo siguiente:
“Se garantiza la competencia en el mercado. No serán permitidas la creación de monopolios” y el alza o la baja artificiales de precios que traben la libre concurrencia”.
Igualmente señala que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, que autorizó la compra de Cablevisión por parte de Tigo, es la responsable de prevenir conductas anticompetitivas”, según la Ley 642/95.
De esta manera, la organización pide que “todos los esfuerzos necesarios sean utilizados para garantizar la libre competencia del mercado”.
En agosto pasado, la Conatel autorizó a Tigo a comprar Cablevisión, transacción que se venía negociando desde hace meses hasta que en julio pasado se selló un acuerdo por un valor de US$ 150 millones.
La operación anunciada fue fuertemente cuestionada por las demás empresas del sector, que advertían sobre el monopolio que esta situación generaría.