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Según señaló el especialista en geriatría Luis Gini Cálcena, del Hospital Geriátrico Gerardo Boungermini, la pérdida de memoria y las desorientaciones son por lo general el mayor motivo de preocupación en los adultos mayores, que temen estar padeciendo algún tipo de patología. En este sentido, el especialista pide a las personas de la tercera edad no preocuparse en vano, pues estas falencias de la memoria son propias de la edad, y normales.
Además, el galeno asegura que se pueden tratar perfectamente con la ayuda de los médicos.
Es por eso que desde el Hospital Geriátrico instan a esta población a asistir a las consultas con los especialistas, que determinarán si los síntomas que está teniendo la persona son fisiológicos o se deben a otra patología más grave.
El geriatra aconseja que todo adulto mayor debe realizarse un chequeo médico anual, como mínimo. En caso de ser paciente crónico de alguna enfermedad en particular, las consultas deben ser con mayor periodicidad.
Específicamente en cuanto a la pérdida de memoria, que es la mayor preocupacón de la tercera edad, el profesional explicó que la pérdida de memoria se puede tratar perfectamente tras su diagnóstico, y que puede ser originada por diversas causas, como un cuadro infeccioso, un desorden metabólico, padecer colesterol, diabetes, anemia, infección renal, o cualquier enfermedad asociada que colabora a que se presente la desorientación.
Sin embargo, siempre y cuando el adulto mayor esté orientado en tiempo y espacio, se debe mantener la calma, pues el caso no reviste gravedad.
En la mayoría de los casos, esas desorientaciones o pérdidas de memoria suelen ser temporales y al solucionar la causa, pasan. Solo en algunos pocos casos, el síntoma puede detonar en enfermedades más graves, como Alzheimer, Arteriosclerosis, entre otras patologías.
Un indicador para distinguir si el adulto mayor tiene un problema serio o solucionable o algo más grave, es establecer la siguiente barrera entre el envejecimiento normal y la demencia. Este límite está en la capacidad para seguir realizando las actividades de la vida diaria. Es decir, si el adulto olvida donde ha guardado la ropa, es muy diferente que olvide como vestirse. Allí radica la diferencia.
Si bien el envejecimiento en la tercera edad causa pánico, el especialista recuerda que envejecer es un proceso normal de la persona y los adultos mayores deben aprender a vivir felices, sin pensar en que puede haber un trastorno.
Además de la ayuda geriátrica, también está disponible la asistencia sicológica, que es fundamental para las personas que padecen de ciertos miedos a envejecer. Aseguran que con terapia y los ejercicios adecuados, el psicólogo pueden ser de gran ayuda ver la vida con una perspectiva positiva.