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El acto debía realizarse el viernes 30, Día del Agente de Policía, pero como el presidente Cartes tiene previsto un viaje, se decidió adelantar la parte ceremonial.
Del acto participaron el ministro del Interior, Francisco de Vargas; el comandante de la Policía, comisario Francisco Alvarenga, y otros oficiales superiores.
Entre los invitados se encontraban las viudas de muchos policías que cayeron en el cumplimiento del deber y, en un momento del acto, se quebraron y no pudieron contener el llanto.
El comandante Alvarenga dio un mensaje a todos los uniformados en su día, e igualmente se realizó un desfile de la agrupación policial.
Posteriormente, se entregaron las condecoraciones a los policías que realizaron actos sobresalientes. La condecoración Honor y Valor fue otorgada a los agentes con el objetivo de honrar actos de valentía, coraje, abnegación y arrojo, y fueron concedidos a tres oficiales superiores, tres oficiales subalternos y 24 suboficiales.