Cargando...
La noche del martes, el comisario Ferreira, en compañía del oficial primero Robert Paredes, acudieron a verificar una denuncia hecha al 911 sobre una supuesta riña que estaba por desatarse entre dos grupos que ya habían protagonizado una pelea el pasado sábado, según informó el periodista de ABC Color Víctor Ruiz.
El jefe policial señaló que al llegar al sitio, zona de IPVU, se encontró con un grupo de entre 10 y 15 personas armadas con palos de madera, varillas de metal y otros objetos contundentes, por lo que descendieron de la patrullera para dialogar e identificar a los sujetos.
Sin embargo, éstos –según la versión policial– empezaron a agredir a golpes a los uniformados, resultando más afectado el comisario, quien sufrió un corte en la cabeza. El uniformado que lo acompañaba también fue golpeado, por lo que, al verse superados en número, decidieron volver a la comisaría, ante el riesgo que corrían.
Por su parte, un nutrido grupo de vecinos se congregó frente a dicha dependencia policial, denunciando al comisario por supuestamente haber realizado la intervención en estado de ebriedad, además de haber actuado con prepotencia, haciendo uso de la fuerza y realizando disparos intimidatorios.
Una vez dentro de la comisaría, se produjeron algunas escaramuzas entre policías y denunciantes. Una mujer dijo que el comisario incluso la amenazó de muerte.
El comisario negó tales acusaciones, afirmó que no acudió ebrio a la cobertura de la situación y que ni siquiera puede beber, a raíz de una intervención quirúrgica a la que fue sometido, que le impide hacerlo.