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El próximo 10 de mayo es la fecha prevista para que la fiscala Claudia Aguilera presente requerimiento conclusivo en el caso, caratulado como tentativa de feminicidio, privación de libertad y abuso sexual en personas indefensas.
La víctima informó a la Fiscalía que desistió de toda acción penal o civil contra su agresor, debido a que llegó a un acuerdo con la madre del Galeano, que incluye una reparación económica de G. 25 millones.
Sin embargo, la fiscala Aguilera aclara que tal acuerdo en nada altera la investigación que realiza la Fiscalía y, como máximo, en la hipótesis de que el caso llegue a juicio oral y público, únicamente podría ser considerado en la etapa de medición de la pena, como intento de reparar el daño causado a la víctima.
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“Lastimosamente, no es nuevo; normalmente, y en muchos casos, no pasan ni 24 horas para la retractación de la víctima, sobre todo cuando son casos que denuncia un tercero. Para nosotros, para la parte jurídica, todo es probatorio. Podés llegar a un juicio y a una condena efectiva con buenos elementos. Cuando una persona se retracta, nos deja un poco debilitados, porque difícilmente podamos contar con su testimonio, pero igual acompañando otros elementos podemos tener las pruebas para acusar. Esa es la parte jurídica, la imputación, la acusación, el juicio y la posterior condena, que es lo ideal”, indicó Aguilera.
La fiscala comentó que esta situación se da porque la víctima crea una dependencia emocional con su agresor, situación que podría ser evitada mediante el fortalecimiento de la asistencia a la víctima, por parte de otras instituciones.
“El ciclo de violencia se va manifestando con la psicológica; le va degradando a la persona hasta lo mínimo. De tanto que esa persona va recibiendo agresiones, va disminuyendo su autoestima; entonces, al disminuir su autoestima crea esa dependencia con su agresor. Necesita constantemente una aprobación de su agresor; entonces, ella va buscando esa aprobación, y si ella no logra reunir o convencer o llenar las expectativas de su agresor, permite o se somete a que esa persona la agreda”, explicó.
En este caso específico, recordó que el padre de la joven llegó a la Fiscalía desesperado, luego de varios días sin poder contactar con su hija y tras recibir un mensaje de una compañera de trabajo de la chica, que envió una foto de su pierna amoratada como justificativo para la ausencia laboral. “Estoy desesperado, necesito que me ayuden”, le dijo el padre en aquel entonces.
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“Ellos (los policías) ingresaron y vieron en qué estado estaba, y es de conocimiento público, porque recorrieron esas fotos en el estado en que ella quedó. Estaba lesionada por todos lados.Lla verdad es que ella tenía varias fracturas, traumatismo en varias partes del cuerpo. Ella sufrió prácticamente una tortura, estando privada de su libertad; estuvo una semana o diez días privada de su libertad, durante la cual ella no se podía comunicar con nadie, durante la cual ella era torturada sistemáticamente, en el sentido de la forma en que él la golpeaba”, recordó.
“El ciclo de violencia siempre comienza con la violencia psicológica, tema celos: él le elegía la ropa, ella no se podía poner la ropa que quería. Una chica joven de 21 años no podía interactuar con nadie, en el sentido de tener amigos. Él siempre manifestaba agresiones psicológicas respecto a los amigos que ella pudiera tener, y también en las redes sociales. Le pegaba cada vez que daban “me gusta” a sus fotos”, comentó Aguilera, tras asegurar que el desestimiento de la víctima en nada altera el trabajo investigativo a su cargo.
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En lo que va del año 2018, ya se produjeron 14 feminicidos y varios intentos.