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El encuentro se desarrolla en la comunidad Kuetuwe, donde al menos mil nativos comparten sus conocimientos y experiencias. En síntesis, su cultura, a las nuevas generaciones. Los mismos provienen de los departamentos de Alto Paraná, Caaguazú, Canindeyú y Caazapá.
Este evento fue programado para compartir tradiciones y confraternizar entre parientes y recordar el triste pasado que soportaron durante la dictadura stronista (1954-1989), cuando eran organizadas verdaderas cacerías para despojarlos de sus tierras.
Este miércoles las actividades giraron en torno a los relatos históricos y cantos tradicionales, además de consejos de los ancianos a los niños y jóvenes de las siete comunidades presentes en el encuentro.
Las competencias no faltaron. Por ejemplo, estudiantes de diversos centros educativos de los Aché hicieron gala de sus conocimientos de la historia cultural de su etnia. En otro momento, hubo demostraciones a los más jóvenes sobre técnicas para trepar un árbol, en caso de ser atacados por animales.
Los nativos debatirán además sobre el proyecto de ley de Derecho a la Identidad, a cargo de Marilín Renfeldt y el padre Bartomeu Meliá.
Para mañana jueves habrá lamento de ancianos, un ritual que sigue vigente en las comunidades Aché, con el cual los nativos se comunican con los seres superiores de su religión. Además, habrá práctica artesanal como tallado y juegos competitivos con adaptaciones culturales, informó el corresponsal de ABC Color, Pablo Medina.
El evento se extenderá hasta este viernes, ocasión en que se tiene previsto realizar la demostración del ritual de guerra entre los Aché. También se anunció la entrega de acta de pedido de corrección de nombres a las autoridades presentes y degustación de comidas tradicionales de la comunidad.
Según los estudios, en estado silvícola vivían unos 6.000 nativos, pero luego de las persecuciones murieron 2.000, otros tantos huyeron y también murieron a consecuencia de la gripe. Al término de esa nefasta experiencia, quedaron 600 nativos vivos. Se multiplicaron nuevamente y hoy se estima que son unos 2.000.
Los aché luchan actualmente por la preservación de su cultura, sus tradiciones, ritos y prácticas que les permitieron sobrevivir como la caza a través de sus arcos y flechas, reportó el periodista de ABC Color, Aníbal Velázquez.
Las siete comunidades están asentadas sobre 18.000 hectáreas, pero el objetivo de los nativos es ampliar el territorio a 80.000. Harán este pedido al Estado en compensación a la cacería que sufrieron, que por poco los exterminó.