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La inusual encomienda fue dejada en una heladera, y estaba dirigida al interno César Pablo Giménez Aguilar. Tras la incautación y verificación del paquete alrededor de las 16:00, se constató que contenía un arma de fuego, pistola calibre 32, de la marca Browning 767, con 18 proyectiles; 4 sierritas (corta hierros) y dos tenazas.
El procedimiento de confiscación de la ilícita encomienda fue comunicada al fiscal Justiniano Cardozo, así como al Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional, según señala el informe oficial del Ministerio de Justicia y Trabajo.
Carlos Ayala, director de la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero, sostuvo que las autoridades penitenciarías ya manejaban la existencia del presunto plan de fuga, que sería puesto en práctica el próximo 1 de mayo, por lo que se extremaron los controles.
“Esto es parte de una investigación que venimos haciendo sobre un plan que se estaba gestando dentro del penal, con apoyo de personas vinculadas afuera, al tráfico de drogas y estamos satisfechos de poder abortar esta pretensión que tenían”, manifestó Ayala.
Una persona de nombre Mario Benítez sería el que ingresó el paquete a la Penitenciaría y por ello ya cuenta con orden de captura.
Giménez Aguilar, destinatario de las armas se encuentra recluido por tráfico de drogas y luego del procedimiento de esta tarde fue aislado del resto de la población penal.