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Las partes del retablo, adornado con maíz, coco natural y calabaza, que se instaló en la zona de Ñu Guasu (Luque), fueron transportados en tres camiones semirremolques de la empresa Serincar de Amado Rodríguez. Fue una travesía que empezó en San Ignacio, desde el Teatro el Molino, donde el artista junto a unos 20 artesanos prepararon la obra de arte que maravilló al mundo durante la visita del papa Francisco.
En Ñu Guasu, donde el Santo Padre celebró la misa el 12 de julio de 2015, el altar recibió la admiración de la prensa mundial. El retablo de maíz fue un ingenio natural de Koki Ruiz, quien tuvo la idea de adornar el altar para la liturgia central durante la visita del sumo pontífice. La caravana partió de San Ignacio a las 09:00 del 28 de junio y llegó a destino a las 15:18, en Ñu Guasu. En todo el trayecto, la gente rezaba con fe y esperanza por la visita del papa Francisco.