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La Policía Nacional realizó una conferencia de prensa para “desmentir” que se haya alterado los registros de conversaciones policiales durante el atraco al PLRA, donde la Policía asesinó a Quintana. El comandante de la Policía, Luis Carlos Rojas, inició la conferencia de diciendo que “los archivos de la comunicación policial tiene un nivel de seguridad con altos estándares internacionales imposibles de ser alterados” y que “hay intenciones aparentemente de manchar la integridad de la institución policial”.
Sin embargo, el comisario Nery Gamarra, encargado de remitir los informes de las conversaciones a la Fiscalía, dijo que cuando respondieron al Ministerio Público en un primer informe se les “habría saltado” unos 40 minutos de comunicación, algo que posteriormente “rectificaron”.
Según Gamarra, la Policía remitió el grueso de las conversaciones en bruto, además de un informe “explicado”, y es en ese segundo informe en el que “por la premura de la contestación” a la fiscalía, luego, “trabajando en la Dirección de Apoyo Técnico, ahí nos damos cuenta que saltó parte de la comunicación. Inmediatamente al darme cuenta informé al comisario Abel Cañete que ampliaría el primer informe remitido", dijo Gamarra, jefe de Comunicaciones.
Tanto Rojas como Gamarra y Sergio Mencia, representante del consorcio TSV que provee el programa informático de grabación de llamadas, insistieron en que los registros guardados en el servidor son “inalterables”, ya que el software canadiense está “homologado internacionalmente” para impedir la adulteración.
Agregaron que también quedan registros de las conversaciones en bases de datos de Concepción, Alto Paraná, Misiones, Coronel Oviedo e Itapúa, al igual que en el Data Center del 911. Además, insistieron en que incluso el acceso a los servidores está restringido y solamente pueden acceder dos personas: un técnico de la Policía y otro de la empresa TSV.