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Los turistas que se encontraban en la embarcación que naufragó regresaban de unos días de relax disfrutando de la bella naturaleza del gran Pantanal y de la actividad pesquera. Entre los fallecidos también se encontraban compatriotas que trabajaban en ésta. El cuerpo del propio capitán Luis Penayo fue el último en ser rescatado luego de más de 12 días de intensa búsqueda.
La tragedia que conmocionó a todo el departamento sucedió la tarde del 24 de setiembre de 2014, luego de que la embarcación sufriera los efectos de un tornado. La nave fue afectada por un temporal con vientos huracanados de 120 kilómetros por hora, lo que produjo que se moviera sin control y que en pocos minutos fuera literalmente tragada por las aguas.
Varios de los náufragos que lograron salvarse pudieron llegar hasta la orilla; sin embargo, se destaca la acción heroica de un indígena que, desafiando las grandes oleadas y a bordo de su pequeña embarcación, logró rescatar a varias de estas personas. Mecay Pedro Chiquenoi, nativo de la parcialidad Ayoreo, salvó la vida de cuatro personas utilizando su pequeña lancha.
El barco Sueño del Pantanal y sus tripulantes regresaban de una jornada de casi dos semanas de recorrido por el río y se aprestaba a atracar del lado brasileño en la comunidad de Puerto Murtiñho para bajar a sus pasajeros.