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El 15 de noviembre del 2012, una menor fue victima de abuso sexual en el local del club Centenario donde en ese entonces se realizaba una fiesta de quince años, según la acusación del fiscal Rogelio Ortuzar: “Siendo las 23:41, la víctima recibió el aviso del hoy acusado de que este ya se encontraba en las afueras del salón Pérez Uribe, por lo que salió al encuentro de este en la escalera de la explanada, situada al frente del salón, momento en que la misma le comunicó al victimario su intención de dar por finalizada la relación que existía entre ambos”.
Posteriormente, la adolescente –dice Ortúzar– intentó ingresar de nuevo a la fiesta, pero “fue tomada de las manos de hacia atrás por el acusado y conducida por este hasta el cantero de la planta de mango ubicada en el sector del salón Pérez Uribe. Al llegar a dicho sitio (cantero), el menor inició una serie de intentos para poder besar y acariciar a la misma, intentos que fueron rechazados por la víctima, hasta que en un momento determinado la conduce a la fuerza hasta el vestuario depósito utilizado por los empleados del club Centenario, ubicado al costado de la cancha de tenis N° 6”. En ese lugar se concretó la violación, según el fiscal del caso.
El agente refiere que cuenta con varias testimoniales, además de la declaración de la víctima e identificación del autor del hecho en cámara Gesell, junto con diagnósticos médicos que confirmaron el hecho, por lo cual solicitó que sea juzgado ante un tribunal de sentencia. Dicho pedido se presentó el año pasado ante la jueza Edith Coronel Alen.. Finalmente, luego de un año de incidentes, la magistrada logró fijar la audiencia preliminar para el próximo 10 de diciembre, a las 09:00, ocasión en que se decidirá la situación del único acusado por coacción sexual y violación.
Los demás menores que fueron imputados por la fiscal Teresa Martínez fueron sobreseídos, mientras que el otro se encuentra con un pedido de sobreseimiento provisional.