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El Hospital Regional de Caacupé se preparaba este viernes por la mañana para recibir una visita del presidente Santiago Peña. Cuando faltaba poco menos de una hora para la hora anunciada de la llegada del mandatario -prevista para las 11:30-, funcionarios ya estaban reunidos cerca de la entrada, preparando un micrófono y charlando.
Las zonas que el presidente Peña visitará fueron limpiadas en un aparente esfuerzo por presentar el hospital en su mejor imagen posible, pero familiares de pacientes comentaron a ABC Color que esa imagen de limpieza es la excepción y no la norma, y que el hospital –o, directamente, sus pacientes y familiares de estos– sufren de carencias.
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“Esto se limpió ahora, después de años”, dijo Marta Alegre, paciente. “El hospital está sucio, la parte donde va a entrar se está limpiando”.
Alegre comentó que persisten desde hace tiempo problemas como falta de mantenimiento adecuado, en especial en los baños, donde dijo que faltan puertas, inodoros y cisternas.
Faltan medicamentos
Pero más grave que los problemas de limpieza, y menos visible a simple vista, es el frecuente problema de la falta de medicamentos, especialmente fármacos controlados que el hospital debería proveer de forma gratuita, pero que el centro de salud no tiene, por lo que los pacientes y sus familias deben comprar.
“Medicamentos controlados muchas veces no hay, el paciente tiene que estar buscando”, dijo Alegre.
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Otra mujer, familiar de una paciente internada por problemas renales, se hizo eco de la queja diciendo que “no hay nada acá en el hospital”.
Alegre indicó que la atención de parte de los profesionales médicos es “buena en parte”, pero que el hospital necesita más personal calificado, al ser un hospital de referencia.
“Hay muchas cosas que se tapan, no es justo que la gente tenga que venir a las 12 de la noche y amanecer para conseguir un turno”, afirmó.
La respuesta del hospital
El doctor Luis Gómez, director del Hospital Regional de Caacupé, admitió que “hay momentos en que terminan” los medicamentos y atribuyó esa escasez a “la cantidad de pacientes que tenemos”. Estimó que en el hospital se realizan entre 900 y 1.000 consultas diarias.
Afirmó que cuando los medicamentos faltan se reponen “en la semana o en un par de días”.
Sobre las quejas referentes a los baños, dijo que estos están frecuentemente clausurados porque “la gente” tira a los inodoros objetos que bloquean la cañería, como pañales, ropa o toallas.
“Muchas veces falta un poco de conciencia de la gente”, dijo.