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Los despachantes de aduanas de la ciudad de Pedro Juan Caballero señalaron que tienen dificultades para realizar sus operaciones debido a la suspensión de actividades. Un despachante paraguayo, que prefirió no revelar su identidad, expresó su preocupación: “No están liberando ningún camión. No hay pesaje en la balanza; todo está paralizado. Así no puedo realizar el desembarque de las cargas ni liberar mercancías mientras la Receita no reanude sus actividades.”
La movilización, que afecta a todas las oficinas de la Receita Federal a nivel nacional, responde a la exigencia de un reajuste salarial. Según un comunicado difundido por los funcionarios de Ponta Porã, esta medida fue adoptada tras múltiples intentos fallidos de negociación con el gobierno federal.
Reclamos salariales tras ocho años sin ajustes
Los auditores fiscales exigen un aumento mínimo del 19%, correspondiente al índice más bajo otorgado a otras categorías del servicio público brasileño. En su comunicado, lamentaron que los auditores de la Receita Federal sean la única clase del servicio público federal que no ha recibido un ajuste salarial en los últimos ocho años, mientras que otras categorías han obtenido aumentos de hasta el 30%.
Además, los trabajadores buscan la reposición de las pérdidas inflacionarias acumuladas durante este periodo, señalando que su poder adquisitivo ha disminuido significativamente. “Esperamos que se presente una solución pronto, pero esto está fuera de nuestro control”, afirmó un representante del sindicato MS-Sindifisco, que no dio previsión para el retorno de las actividades.
Impacto económico y social
La paralización ha causado un cuello de botella en la frontera, perjudicando a empresarios y trabajadores del sector comercial. La incertidumbre sobre la duración de la huelga ha generado alarma, pues el comercio internacional, que depende del tránsito fluido en esta región, enfrenta un impacto devastador.
La Receita Federal, por su parte, se abstuvo de comentar sobre los movimientos sindicales. Mientras tanto, los empresarios y despachantes esperan con urgencia una solución que permita normalizar las actividades y evitar mayores pérdidas económicas.