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Alejandro Buzó, director de Prevención contra Incendios (PCI) de la Municipalidad de Asunción, reconoció que los controles preventivos que realizan con drones en la zona de Costanera Norte, no alcanzaron para evitar la quema de gran parte de la reserva del Banco San Miguel.
“Acá la gran dificultad es que esos controles se dan de manera aleatoria, porque no tenemos la cantidad de gente para que se haga esto 24/7”, dijo y explicó las limitaciones logísticas que acarrea el uso de esta tecnología. “Tenés 20 minutos como mucho de batería y los equipos son costosos”, dijo.
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Buzó sumó además la cuestión legal y cargó la responsabilidad sobre la Policía y el Ministerio Público. “Si nosotros lográsemos tomar a una de estas personas, ningún funcionario municipal tiene la capacidad de detener a nadie. Ahí es donde la intervención de la Policía Nacional y de la Fiscalía es más que relevante”, remarcó.
“Los estamentos de Justicia y de la fuerza pública tienen que intervenir de manera más sólida en este tipo de situaciones. Nos damos cuenta de que estas quemas no son inocentes y que hay gente que lo hace de manera impune y que esto puede seguir provocando más daño, inclusive puede provocar pérdida de vidas, que es lo que queremos que se evite", agregó.
Falta de control alienta a quemas
Alejandro Buzó dijo que la actual falta de controles en la zona de la reserva del banco San Miguel, alienta a este tipo de acciones. “Para mucha gente que vive en situación de precariedad, esas son zonas de fácil acceso, donde, por no tener control más fino por la vastedad del territorio, pueden ingresar a hacer este tipo de cosas”, dijo.
Especificó que la quema de cables y cubiertas para la reducción de cobre es habitual en la zona, sobre todo asociada a las adicciones. “Esto también se da en un momento político en el que en la zona se están tomando decisiones que pueden afectar a miembros de la comunidad”, dijo.
Buzó dijo que en los últimos tiempos se intervinieron vertederos en la zona, y que este tipo de decisiones generan molestias, por lo que no descartan un fuego intencional.
Buzó destacó que durante tres años, el trabajo preventivo que realizaron con los bomberos en la zona funcionó, pero dijo que “ningún plan de prevención va a dar abasto cuando existen provocación y premeditación, que es lo que ocurrió este fin de semana”, remarcó.
Focos están controlados
El director de PCI de Asunción, Alejandro Buzó, dijo esta mañana que afortunadamente los focos están controlados. “Sin embargo el daño está hecho. Más de cuarenta hectáreas destruidas, se ha movilizado a más de 20 familias, con menores inclusive, por la inhalación de humo, y lo más preocupante es que siguen libres las personas que iniciaron este fuego”, dijo.
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Aseguró que hasta ahora se pudieron determinar al menos tres focos, en uno de los cuales se pudo captar a dos personas saliendo del sitio con la cara cubierta. “Lógicamente, esto después, por efecto del viento, se fue propagando en una línea de fuego que casi llega hasta las barcazas de la otra orilla”, explicó.
Buzó dijo además que los bomberos encontraron botellas de combustible en uno de los posibles focos del incendio.