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María Belén Jara, de 25 años, denunció que fue víctima de estafa por parte de una persona que le ofreció venderle un teléfono celular.
Para concretar la compra, primero este supuesto vendedor le pidió sus datos personales, la fotografía de ambos lados de su cédula y una selfie sosteniendo su documento de identidad.
Luego de esto, acordaron una seña de trato y María Belén Jara envió G. 130.000. El celular nunca fue entregado y en pocas horas la joven se dio cuenta de que la habían estafado.
Pero como se trataba de un monto menor de dinero, no hizo ninguna denuncia en ese momento.
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Comenzaron a escracharla
Cinco meses después de ese episodio, en diciembre, la joven comenzó a recibir sucesivos escraches en las redes sociales por parte de usuarios que la acusaban de “estafadora”.
Al interiorizarse, se dio cuenta de que su cédula y foto estaban recorriendo las redes, mostrándola a ella como la supuesta estafadora, debido a que sus anteriores estafadores se apoderaron de su identidad para ofrecer celulares y hacer caer a otros incautos, según aseguró.
Después de este hecho que sí consideró grave, María Belén Jara tomó la decisión de hacer la denuncia ante la Comisaría 12ª Metropolitana y a la Fiscalía.
El Ministerio Público ya la citó para declaración indagatoria y tienen en su poder las pruebas del delito del que fue víctima la joven.
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Quiere limpiar su nombre
Para la denunciante, lo más importante es limpiar su nombre y que las demás víctimas sepan que ella no es la persona que las estafó. Otras personas que cayeron en el mismo modus operandi ya fueron convocadas también por la Fiscalía.
María Belén Jara contó que incluso perdió su trabajo debido a toda esta situación, ya que no toleraron la mala imagen que falsamente le proyectaron en las redes. Por otra parte, sufrió asedio en las redes sociales por parte de personas que le reclamaban una estafa que -insistió- no cometió.