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Los habitantes de estas comunidades, quienes el 25 de octubre del año pasado cerraron la ruta PY 19 en el km 30, para exigir caminos transitables ante autoridades nacionales y departamentales, hoy sienten el peso de las promesas vacías.
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Durante aquella manifestación, el gobernador Víctor Hugo Fornerón (ANR- Cartista) en su despacho se había comprometido que las maquinarias comenzarían las reparaciones en un mes, pero nada ha cambiado, afirman los pobladores.
En su momento, el jefe departamental argumentó que la falta de maquinarias y las condiciones climáticas impedían avanzar. Sin embargo, la sequía que golpea al departamento desde hace semanas puso en condiciones los terrenos para realizar los trabajos de reparación y levantamiento de terraplén, pero hasta ahora no trajo consigo soluciones, sino más problemas.
“El terreno ya da para realizar el trabajo de levantamiento de terraplén, pero hasta ahora nada”, dijo la docente Noemí López.
Un repartidor de mercaderias en la zona, Tomás Chamorro, dijo; “Estamos peor que antes. El puente de madera Zanja Ñandú de la compañía Ciervo Blanco ya cayó y los caminos están llenos de arena, intransitables” expresó indignado.
Señaló que el deterioro del camino afecta a todos “A todos nos afecta, repartidores de productos, camiones transganado que no logran avanzar y muchas personas que buscan reunirse con su familia aprovechando las vacaciones, en realidad enfrentamos un verdadero calvario” se quejo.
Comunidades en el olvido
A esta crisis se suma el estado del viejo trazado de la ruta PY 04 que une Estero Cambá, San Lorenzo y San Juan Bautista del Ñeembucú. Este camino, quedó en el olvido y dejó aislado a varias comunidades desde que la ruta PY 04 se construyó y se modificó en el diseño y en el trazado durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy.
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El 15 de enero del año 2024, pobladores de Estero Cambá, Carandayty, Pelada y Espinillito, también se manifestaron para exigir a las autoridades camino de todo tiempo, ya que desde hace décadas están abandonados sin poder desarrollarse.
A pesar de que la coyuntura política es favorable para el departamento de Ñeembucú por que cuenta con figuras políticas destacadas en el ámbito nacional, como el vicepresidente Pedro Alliana, el director de la EBY, Luis Benítez, y la diputada Fabiana Souto (ANR- Cartista). Sin embargo, la presencia de estas autoridades no ha cambiado la realidad de miles de ñeembuqueños que siguen atrapados en el olvido.
“Es indignante que tengamos representantes en puestos clave y aún así no se sienta el progreso. Todo queda en promesas y anuncios de obras que nunca llegan”, expresó un conductor de vehículo que quedó atrapado en el arenal.
La falta de acción y de soluciones a los reclamos ciudadanos no solo frena el desarrollo de estas comunidades, sino que también pone en riesgo la seguridad y la calidad de vida de sus habitantes. La paciencia de los ñeembuqueños se agota, mientras los caminos reflejan el abandono y la indiferencia.