Caacupé: presbítero Villagra resaltó que el cielo se cierra por la lucha por el poder e injusticias

El presbítero César Nery Villagra presidió la misa en el santuario de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé. En su homilía indicó que nuestro cielo se cierra por la lucha por el poder, por las injusticias y las maldades que se sufren en nuestro país. También destacó la importancia del bautismo y pidió no desviarse de los senderos del señor.

El presbítero César Nery Villagra presidió la misa en el santuario de Caacupé.
El presbítero César Nery Villagra presidió la misa en el santuario de Caacupé.

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El presbítero César Nery Villagra, párroco de la Parroquia San Jorge del Obispado Castrense, ofició la eucaristía de las 7:00 en el santuario de la capital espiritual.

En tu prédica habló sobre la lucha por el poder y dijo que muchas personas sufren de injusticias y de maldades en el Paraguay. Lamentó que estas situaciones en vez de mejorar con el tiempo, solo se repite siempre lo mismo.

“Muchas veces nuestro cielo se cierra por la lucha por el poder, las injusticias, las maldades, las enemistades y la falta de misericordia, el odio, el asesinato. Por todos estos pecados Dios habrá dicho los hombres no quieren saber nada de mí”, señaló el sacerdote.

El bautismo

En otro momento de su alocución, el presbítero Villagra también destacó la importancia del bautismo y pidió a los presentes que estuvieron en la misa. No desviarse de los senderos del señor.

Añadió que el evangelio nos recuerda claramente que el bautismo de Dios es muy significativo para nuestro señor y eso para nosotros también debe serlo.

La libertad y la salud estarán siempre con nosotros si escuchamos a Nuestro Señor, porque donde está Jesús está el espíritu, por eso nos bautizamos en el nombre de Jesús y del espíritu santo”, explicó.

Importante concurrencia de feligreses en la explanada de la basilica de Caacupé.
Importante concurrencia de feligreses en la explanada de la basilica de Caacupé.

El sacerdote acotó que cuando nosotros no orientamos nuestra vida por los senderos que corresponden la vida puede ser muy dura, muy oscura, porque así como el fuego puede ayudarnos, el mismo también puede hacernos mucho daño. “Por eso se dice que no hay que jugar con el fuego”, dijo.

Mencionó que Jesús hoy nos da la delicada misión de cumplir con la vocación que el señor nos ha asignado a cada uno de nosotros. “Hay que hacer lo que nuestro señor nos pide, hay que seguir nuestra misión y cumplirlo con amor”, agregó.

“El espíritu nos infunda en nuestros corazones su aliento vital para ser mejores personas, para transformar nuestra sociedad en una sociedad más justa y real”, puntualizó el presbítero César Nery Villagra.

Como cada domingo la explanada de la basílica estuvo copada de feligreses. Se pudo observar a familias que llevaron sus imágenes para bendecirlos. También hubo delegaciones que llevaron la imagen de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado Chiquitunga para bendecirla y recordarla por sus 100 años.

Estuvieron presentes visitantes de Canindeyú, Presidente Franco, Fernando de la Mora, San José de los Arroyos, Luque y Mendoza.

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