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Máximo Espíndola señaló que al finalizar la veda pesquera en aguas compartidas con la Argentina había una buena cantidad de cardúmenes, que permitía que la pesca comercial y deportiva fuera favorable. Esto fue posible por el repunte del río Paraná a finales del 2024.
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“Desde hace varios días se viene sintiendo la escasez de pescado en el río y se debe a la bajante que no permite la llegada de los cardúmenes hasta la zona de Ayolas. Esto afecta principalmente a las familias que dependen exclusivamente de la pesca comercial para subsistir. Según los datos que tenemos, no existen posibilidades de que la altura del Paraná pueda repuntar en las próximas semanas”, dijo.
También señaló que la falta de peces no solo perjudica al sector comercial, sino que se extiende al rubro de pesca deportiva y turística. A esta ciudad, cada año, llegan muchos visitantes con la intención de pescar y tratar de capturar un dorado o un surubí. “Todos somos conscientes de que la pesca comercial y turística mueve la economía en este distrito, que desde hace varios meses atraviesa una importante crisis financiera”, concluyó.
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