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Una sequía por el ingreso anticipado del fenómeno La Niña, que podría entrar nuevamente en el primer trimestre de este año, desencadenaría un desabastecimiento de agua para la población, alertaron desde el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).
Sobre este punto, Cristina Muñoz, presidenta del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan), comentó que desde hace un tiempo vienen realizando trabajos de contingencia.
“Antes de empezar el verano, hicimos trabajos con los prestadores de servicio para hacer un trabajo de contingencia. Por ejemplo, dosificar la provisión por hora, por lo que los usuarios ya tenemos que acostumbrarnos para tener un pequeño reservorio. Eso es algo que se está haciendo en otros países”, explicó.
Luego manifestó: “Bajan los caudales por déficit de lluvia y eso se resiente, porque la captación de agua para la distribución a la gente viene a través de pozos subterráneos o a través de fuentes superficiales, que pueden ser ríos, arroyos o lagos. En este momento, con todo el problema hídrico, es necesario tomar precauciones como no lavar los autos ni cargar piscinas con agua potable”, señaló.
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“Ningún pozo va a ser suficiente si no hay caudal, si se resiente en el río, arroyo, entonces va a ser difícil, porque la fuente es la misma”, sostuvo Muñoz, ante la consulta de si ayudaría tener más pozos.
“En el 2024 hubo una inversión importante para reforzar sus sistemas de agua de parte de las gobernaciones y municipalidades. Pero también hay que tener en cuenta que, más allá del problema del agua, está el problema de la electricidad, ya sea un bajón o corte. Muy pocas aguateras tienen generadores porque eso es costoso y tiene que ser para cada pozo”, comentó la presidenta del Erssan.