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El trayecto de apenas 30 kilómetros entre Yabebyry (departamento de Misiones) y Laureles (departamento de Ñeembucú) se ha convertido en un calvario para los conductores y pobladores que dependen de este camino. La falta de mantenimiento por parte del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Distrito 8 del departamento de Misiones agrava la situación, afectando la economía de los pobladores.
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En época de sequía, la falta de mantenimiento deja expuestas largas extensiones de arena, dificultando el tránsito y obligando a los automovilistas a recurrir a la solidaridad de quienes cuentan con vehículos 4x4 para salir de los atascos.
Un ciudadano de la ciudad de Laureles, Miguel Ortiz, envió el año pasado una carta al Presidente de la República Santiago Peña, solicitando la construcción urgente de un tramo asfaltado, ya que este trayecto es la vía más directa hacia centros importantes como San Ignacio, Ayolas, Encarnación y Asunción. Sin embargo, Ortiz aseguró no haber recibido respuesta y adelantó que presentará nuevamente su pedido este año.
“El estado del camino encarece el transporte de productos y dificulta las consultas médicas o compras. La ruta hacia Pilar no solo es más larga, sino que implica mayores costos y tiempo para las familias, teniendo en cuenta el pésimo estado de los 100 km de distancia”, comentó Ortiz.
Además de los pobladores, conductores de vehículos de carga manifestaron su indignación, ya que el mal estado del tramo impacta directamente en la distribución de mercaderías hacia comunidades más alejadas.
En esta temporada, familias que intentaban llegar a la ciudad veraniega de Cerrito quedaron varadas durante horas debido a la arena suelta que cubre el camino.
Aunque en el año 2023 el Gobierno Nacional anunció el financiamiento de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) para la construcción de la Ruta PY20 que unirá Pilar con Yabebyry, el proyecto aún no fue estudiado en el Congreso Nacional para su aprobación.
Mientras tanto, los pobladores exigen a las autoridades nacionales y departamentales que prioricen el mantenimiento del tramo Laureles-Yabebyry mientras esperan la ejecución de las obras.
Esta postergación y olvido de la autoridades nacionales y departamentales amenaza con aislar aún más a una población que depende de una conexión vial eficiente para su desarrollo económico y social.