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Esta tarde, en el Santuario Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Luque, el cardenal Adalberto Martínez presidió la última misa del año, marcada por un llamado a reflexionar sobre los desafíos sociales y la importancia de vivir según el amor cristiano. Durante su homilía, también recordó al papa Benedicto XVI.
El cardenal dedicó parte de su mensaje al anterior papa, quien falleció el 31 de diciembre de 2022. Recordó su humildad al asumir el papado en el año 2005 y su profundo amor por la Virgen María, a quien describía como “la flor más bella” y modelo de humildad.
El amor cristiano y el balance espiritual
El cardenal instó a los fieles a realizar un balance espiritual al cierre del año, similar al que hacen las empresas con sus ganancias y pérdidas. Animó a los presentes a reflexionar sobre su crecimiento en la fe, sus aciertos y sus errores, para trazarse propósitos que los acerquen más a Dios y a sus semejantes en el nuevo año.
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“La vida es un peregrinaje, un viaje en el que debemos mantenernos en las vías del amor a Dios y al prójimo. Desviarse de ese camino nos lleva al descarrilamiento espiritual”, dijo.
Oración y agradecimiento
Destacó la importancia de la oración como medio para acercarse a Dios y sanar las heridas de la sociedad. Concluyó su mensaje agradeciendo a los fieles por su compromiso con la fe y los alentó a continuar su camino cristiano en 2025, un año que, según sus palabras, debe estar guiado por el amor y la esperanza.
La ceremonia finalizó con una oración por la paz y la armonía en el país, marcando el cierre de un año lleno de desafíos, y preparando a los fieles para recibir el nuevo con fe renovada.