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La falta de medicamentos, principalmente aquellos que son vitales para tratar a pacientes crónicos y enfermedades catastróficas, fue uno de los mayores inconvenientes durante el 2024, considerado por los pacientes como el peor año en materia de salud.
Durante el año que acaba, múltiples manifestaciones fueron realizadas por los pacientes tratados en hospitales dependientes del Ministerio de Salud Pública (MSPBS), que pese a afirmar que logró este año una histórica ejecución presupuesta que llegó al 90%, tuvo en agonía a miles de enfermos que clamaban por sus vidas.
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En el Instituto Nacional del Cáncer (Incan), por ejemplo, son numerosas las necesidades denunciadas durante el 2024. Los pacientes oncológicos se vieron en la necesidad de salir a las calles para denunciar la carencia casi total de costosas drogas y la mala gestión de su exdirector, doctor Raúl Doria. Los enfermos con cáncer incluso pidieron la destitución de la ministra de Salud, María Teresa Barán.
Los pacientes con diabetes, también denunciaron este año, en múltiples ocasiones, el desabastecimiento de insumos y fármacos, principalmente de las diversas presentaciones de insulina, que son vitales para los enfermos. Conforme los reclamos, la carencia absoluta y la nula respuesta del Gobierno, no se sentía a tal extremo desde hace 20 años.
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IPS “un muerto que intentan revivir”
Los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS) también se vieron el último año en situaciones extremas por la falta de respuesta del seguro social. Desesperados aportantes organizaron actividades solidarias y hasta vendieron pertenencias para costear tratamientos urgentes que el IPS debía proveer, pero no brindó.
Las autoridades del seguro social incluso estarían pensando en eliminar de su cobertura médica la atención de los pacientes con enfermedades catastróficas, a fin de tratar de “levantar el muerto”.