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La protesta se origina tras la aparición de una supuesta nueva empresa de recolección de residuos, la cual, según los trabajadores, estaría vinculada supuestamente a un funcionario municipal y estaría presionando a los usuarios con posibles multas para monopolizar el servicio.
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En una reunión realizada en la plaza del barrio Obrero, los recolectores analizaron las medidas a tomar ante la llegada de esta nueva empresa, que según denunciaron, sería propiedad de un funcionario municipal. Señalaron que la empresa habría ingresado repentinamente con dos camiones de gran capacidad, generando sospechas sobre su legitimidad.
Diana Gómez, representante de los trabajadores, expresó su preocupación porque la empresa habría comenzado a amenazar supuestamente a los usuarios con multas si continuaban contratando los servicios de los recolectores que operan con motocargas.
Ante esta situación, la mujer señaló que solicitaron informes a la Municipalidad para identificar a los responsables de la empresa y aclarar su nombre y origen.
El presidente de la Asociación de Recolectores de Residuos, Cristian Fernández, indicó que los trabajadores consideran que estas acciones representan una competencia desleal y una posible utilización indebida de influencias.
Señaló que ante esta situación realizarán una medida de fuerza para proteger sus derechos laborales y garantizar la continuidad de sus actividades.
“Si la Municipalidad no aclara esta situación, nosotros estamos decididos a cerrar el próximo 3 de enero el vertedero y el acceso a la ciudad sobre el puente del arroyo Ñeembucú, somos 200 recolectores asociados y cada uno con nuestras familias y con el apoyo de nuestros clientes vamos a estar más de mil personas ese día reclamando nuestro derecho” señaló.
Comunicado
Por su parte, la Municipalidad de Pilar emitió un comunicado en el que aclara su postura ante las denuncias. Según el municipio, no se cobran tasas ni impuestos por servicios de recolección de residuos domiciliarios o comerciales, y el sector opera exclusivamente en manos privadas.
“En Pilar, el servicio de recolección de residuos es prestado en su totalidad por empresas y emprendimientos privados, compitiendo libremente en el mercado”, señala el comunicado.
Asimismo, enfatiza que no existe ningún acuerdo ni convenio de exclusividad con una empresa específica. “Cada vecino tiene la libertad de contratar el servicio de recolección de residuos que considere más adecuado, de acuerdo con los precios, frecuencias y calidad ofrecidos”, detalla en el comunicado.
La situación refleja las tensiones entre los recolectores independientes y las empresas del sector, mientras la ciudadanía espera una solución que permita garantizar tanto el acceso al servicio como la estabilidad laboral de los trabajadores involucrados.