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El cardenal Adalberto Martínez presidió esta mañana la Misa de Navidad en la Catedral Metropolitana de Asunción y en su mensaje para recordar la Natividad del Señor Jesucristo, dijo que este día no puede haber lugar para la tristeza, pues ha nacido la vida que viene a destruir los miedos y a darnos la esperanza de una eternidad dichosa.
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“Tanto amó Dios al mundo que lo abrazó y envió a su Único Hijo, la Palabra hecha carne, nacido de la Virgen María, para que él sobre la tierra nos abrace con su manos humanas”, expresó Martínez.
En su homilía, el cardenal resaltó que Jesús vino para curar nuestras enfermedades con sus divinas manos y dar la mano al que lo necesita. “Que nadie se considere excluido de esta alegría y gran esperanza; nuestro Señor, vencedor del pecado y de la muerte, así como no encontró a nadie libre de culpa, así ha venido para abrazarnos y salvarnos a todos”, sostuvo.
El cardenal agregó: “Alégrese, pues, el justo, porque se acerca a la recompensa; regocíjese el pecador, porque se le brinda el perdón; anímese el no creyente, porque es llamado a la vida”.
Cardenal condenó manos oscuras y sicarias
Durante la Misa de Navidad, el cardenal paraguayo destacó que el nacimiento de Jesús es celebrado con alegría junto con los ángeles. Sin embargo, manifestó que pese al regocijo por el nacimiento del hijo de Dios, "la garganta enmudece, tiembla y desespera por tantas sombras y tinieblas que en el hoy de la existencia humana oscurecen el horizonte de la vida humana“.
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Martínez condenó las manos humanas oscuras que traman, maquinan y fabrican armas para destruir en guerras y enfrentamientos. También habló de la hipocresía y la codicia humana, que no se sacia y terminan hiriendo vidas inocentes.
“Tantos abrazos engañosos que abrazan en realidad codiciando otros intereses, para sí o terceros. Abrazos fríos y calculadores. Hay manos que hieren como Herodes que busca eliminar vidas inocentes, manos sicarias que se alquilan y venden para gatillar muertes”, expresó.
En su homilía, el cardenal también criticó a aquellos que matan inocentes en el vientre materno y realizan prácticas antinatalistas. “Manos asalariadas engendran la desaparición y extinción de la vida humana en el vientre materno, con o sin leyes que lo avalen para usurpar la vida humana con abortos procurados y otras prácticas antinatalistas”, dijo.
Iglesia pidió silenciar las armas y superar las divisiones
El cardenal Martínez habló además sobre las guerras que están matando a miles de personas en el mundo. Condenó esas “manos asesinas que comandan y manipulan tableros digitales para lanzar misiles, metrallas y proyectiles de muertes y dinamitar vidas humanas".
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En ese sentido, resaltó las palabras que el papa Francisco pronunció en su mensaje navideño desde la Basílica de San Pedro. “En esta Navidad, inicio del año jubilar, invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones”.