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Un Tribunal de Sentencia de Fernando de la Mora, presidido por el juez Javier Sapena Bibolini, condenó en juicio oral y público a un total de 12 años de pena privativa de libertad al acusado Juan Isidro Agüero (35). Su sentencia se dictó tras hallarlo culpable de la comisión de un asalto con toma de rehenes, homicidio doloso en grado de tentativa y robo agravado, cometidos el 13 de agosto de 2021, en la ciudad de Ñemby.
El caso por ese año estuvo en manos de fiscal Osmar Segovia, pero luego pasó a cargo de otro agente del Ministerio Público, en este caso la fiscala Lourdes Bobadilla, quien fue la representante del órgano encargado de ejercer la persecución penal pública.
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De acuerdo con lo que manifestó ayer la fiscala Lourdes Bobadilla a ABC, Juan Agüero debía ser trasladado desde una penitenciaría regional del país hasta la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. Sin embargo, tal cosa no ocurrió, pues a través de una carta escrita a puño por él mismo señaló que pertenecía a un grupo criminal, aparentemente el PCC, y por ello temía por su vida.
En ese tiempo, la cárcel de Tacumbú era manejada por el clan Rotela, liderado por el múltiple condenado Armando Javier Rotela Ayala, quien fue extraído de dicha prisión a través del operativo Veneratio, ejecutado por la Policía el 18 de diciembre de 2023.
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Tras asalto, violenta persecución con toma de rehenes
Según los datos, a las 10:00 del 13 de agosto de 2021, en el barrio Pa’i Ñu, sobre la avenida Prats Gill, Juan Agüero iba de acompañante sobre una motocicleta Taiga. En un momento dado su cómplice acercó el biciclo hasta una mujer, a la que Agüero terminó abordando a punta de pistola para quitarle sus pertenencias.
Aquello fue visto por policías del Grupo Lince que se dirigieron hacia él.
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El acecho policial hizo que Agüero entre en desesperación y tome como rehén a la mujer, pues su cómplice ya lo había abandonado tras escapar con el biciclo.
Así, Agüero arrastró a la mujer hasta su auto Toyota Premio, donde estaban sus hijos de 13, 9, 5 años y 1 año y 6 meses. Ahí la obligó a conducir a alta velocidad, mientras le apuntaba a la cabeza con una pistola Glock 9mm. Todo esto para escapar de la Policía.
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Maniobra de policía jubilado permitió captura de asaltante
Metros más adelante el Toyota chocó contra una estructura de concreto, que le imposibilitó el avance. Ante esta situación, el hoy condenado bajó y subió a una camioneta Toyota Noah, que para su mala suerte era guiada por un policía jubilado, Victorino Martínez.
También apuntó con su arma a la cabeza de Martínez y lo obligó a manejar para escapar de los policías. Sin embargo, su rehén dirigió el vehículo por calles empedradas para no ir al alta velocidad, para posibilitar la llegada de los refuerzos. Cuando vio al contingente policial acercarse, Agüero se enfrentó a tiros contra ellos desde la camioneta.
Frustrado por lo que hizo su rehén, Agüero le pegó un culatazo y bajó del rodado para huir a pie, pero a pocos metros fue alcanzado por agentes del Grupo Lince.
Los policías motorizados redujeron a Agüero y lo entregarlo a agentes de la comisaría 7° Central de Ñemby, a donde fue llevado.