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La Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) analiza las falencias del programa Hambre Cero, promovido como uno de los planes estrella del gobierno del Presidente de la República, Santiago Peña, y que comenzó a aplicarse el 5 de agosto en 2.672 instituciones educativas de 90 distritos del país.
El análisis se realiza en la edición 29 del informe anual de la Coordinadora, publicado el 10 de diciembre, en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos.
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El documento apunta a dos aspectos críticos principales. El primero, señala la centralización de los recursos, “una medida que, según diversos sectores, podría abrir la puerta a prácticas de clientelismo político, al estar concentrada en una institución cuestionada por su manejo de fondos”.
Este punto hace referencia al Ministerio de Desarrollo Social (MDS), que se encarga del programa en Asunción, Central y Presidente Hayes. En el resto del país, los fondos se entregan a las gobernaciones, que se encargan de proveer la alimentación escolar.
Hambre Cero: critican criterio político del programa
Al posible clientelismo político que implica que una sola institución maneje un gran porcentaje del proyecto, el informe cuestiona el criterio para que las gobernaciones de Central y Presidente Hayes queden excluidas.
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”La exclusión de departamentos clave como Central, donde reside el 40% de la matrícula escolar del país, ha sido interpretada como una acción de carácter político que no responde a las necesidades educativas de la población más vulnerable”, apunta.
El segundo punto más crítico es el financiamiento de Hambre Cero. El programa se financia con recursos provenientes de Itaipú Binacional, que antes componían el Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) y, dentro de él, el Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI). “Estos fondos han sido esenciales para el desarrollo de infraestructura educativa, ciencia y tecnología en Paraguay”, remarca Codehupy.
Insiste en que “al desviar los recursos hacia la alimentación escolar, se comprometen proyectos que han mostrado un impacto a largo plazo en la calidad educativa y el avance científico del país”.
Hambre Cero: financiamiento provocó crisis en sector universitario
La primera crisis del Gobierno de Santiago Peña se dio en el sector estudiantil, más específicamente, el universitario. Miles de jóvenes de universidades nacionales de todo el país, salieron a las calles en abril para cuestionar que recursos para la investigación científica y para el Arancel Cero, podrían quedar sin fondos al centralizarse el dinero de Fonacide en el Fondo Nacional para la Alimentación Escolar (Fonae).
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Los jóvenes se declararon en paro por varios días y, tras protestar a metros de Mburuvicha Róga, llegaron a un acuerdo con el Gobierno en una mesa de trabajo con autoridades nacionales.
“Esta estrategia, lejos de solucionar los problemas estructurales de la educación, perpetúa las desigualdades y limita las oportunidades de desarrollo para las generaciones futuras”, aseguran en Codehupy.
Hambre Cero: protestas de estudiantes, directores y familias por falencias en entregas
Desde el inicio de la aplicación de este programa en instituciones educativas, se generaron protestas en distintos puntos, pero principalmente, justo en distritos donde el MDS está a cargo de Hambre Cero. Estudiantes secundarios protestaron en Central porque fueron excluidos. En San Lorenzo, más de 300 alumnos recibieron almuerzos por una semana, pero luego dejaron de recibirlos.
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El primer reclamo llegó desde el departamento de Presidente Hayes, donde denunciaron que entregaron frutas y verduras podridas para cocinar en escuelas públicas, apenas comenzado el reparto de productos a principios de agosto. Igualmente, se reclamó que los alimentos entregados por proveedoras eran insuficientes en muchos casos.
El propio Ministerio de Desarrollo multó a empresas proveedoras por incumplimientos de los contratos con el Estado. Las infracciones se dieron tras constatar que lo que brindaban las firmas privadas a las escuelas no alcanzaba.
La Contraloría General de la República detectó también viejos vicios en el programa estrella del Gobierno, como titulaba una nota publicada por este diario el 5 de noviembre, como la falta de control de los alimentos sobrantes, falta de comedores adecuados o no había personal responsable de la recepción de insumos en instituciones educativas del interior del país.
Hambre Cero: conclusiones del informe sobre derechos humanos
En lugar de fortalecer una educación territorializada, que responda a las diversas necesidades de la población, se refuerza un modelo centralizado que perpetúa las desigualdades, concluye parte del informe sobre Derechos Humanos en el país, de Codehupy.
“En este sentido, la ley no solo es un retroceso en términos de política educativa, sino también una amenaza para el desarrollo a largo plazo del Paraguay”, sentencian.
Para el año que viene, estudiantes que integran la Mesa de Trabajo Estudiantil (MTE) con el MEC, exigen que todos los niveles educativos sean incluidos dentro del programa. En caso contrario, amenazan con tomar medidas de fuerza.
Esto, debido a que Hambre Cero en esta segunda etapa, donde prometen llegar a todas las escuelas y colegios, abarca desde el nivel inicial hasta el noveno grado, excepto en 22 distritos seleccionados por criterios de vulnerabilidad donde sí abarcan a la secundaria.