Caacupé: obispo critica “principesca vida de políticos” mientras el pueblo sobrevive con polladas

El obispo del Vicariato Apostólico del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, criticó a la clase política, que lleva “una vida principesca” mientras que el pueblo tiene que hacer polladas, tallarinadas y pancheadas para curar a sus enfermos. El religioso presidió la misa matutina del primer día del novenario de la Virgen de Caacupé. Pidió apostar en educación “si queremos un país que progrese y supere la pobreza y el analfabetismo”.

Monseñor Gabriel Escobar presidió la misa del primer día del novenario de la Virgen de Caacupé.
Monseñor Gabriel Escobar presidió la misa del primer día del novenario de la Virgen de Caacupé.

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Monseñor Gabriel Escobar ofició la misa del primer día del novenario de la Virgen de los Milagros en el santuario de Caacupé.

En su prédica habló sobre la realidad que se vive en nuestro país y mencionó que evidentemente algo no está bien, pues en nuestras autoridades solo se ven asignaciones especiales, seguros vip y tantos otros privilegios. “En esta época nuestra, donde cada día al leer la prensa, al oír la radio, al revisar los sitios de información, la inmensa mayoría de las noticias que nos brindan, son ‘malas noticias’, solo se ve corrupciones; analicemos aquí como andamos por casa: hay ciertos signos que nos hablan de que algo no está funcionando bien”, indicó.

El obispo resaltó que hay una clase política que llevan una vida principesca y donde son jueces y partes de algo que no está bien. “Vemos sueldos jugosos para sus viáticos, carga de combustible y ni que decir de una ley que proteje a los nepobabies. Mientras el pueblo tiene que realizar polladas, tallarinadas y pancheadas para ver cómo ayudar a sus enfermos y familiares que no cuentan ni con un seguro médico (el seguro médico del pobre es la venta de asadito o polladas)”, lamentó.

Hospitales públicos sin remedios

Monseñor Escobar también hizo énfasis en que muchas veces la gente va a los hospitales públicos y no encuentran remedio o deben esperar largas colas para ser atendidos.

“Ni que decir del calvario que pasan los paraguayos cuando de a pie deben soportar para llegar hasta sus lugares de trabajo a tiempo para que no se les descuente su sueldo y todo esto porque hay un pésimo servicio público de transporte con frecuentes reguladas, donde la calidad de vida de esos compatriotas, en vez de mejorar, solo se va deteriorando”, señaló.

Añadió que los proyectos de ley que se crean deben proteger y ayudar a una mejor calidad de vida de los paraguayos y a proteger ciertos servicios básicos el acceso a la salud gratuita, el contar con la tierra propia (en el caso concreto del Pueblo Puerto Casado, quienes exigen ser dueños de su propia tierra, donde han habitado más de cien años. “Los paraguayos merecen también vivir dignamente en su propia tierra. Por eso exigen la presencia del Estado para evitar el avasallamiento de la secta Moon, ya son 25 años de lucha por las tierras propias, “ipukuma”); se necesita una educación de calidad, gratuita y equitativa, para ello la mayor cantidad de inversión del Estado debe ser la Educación y la Salud. Si queremos un país que progrese y supere la pobreza y el analfabetismo, debemos apostar por la Educación Integral para todos y una buena atención pública”, dijo.

“Aquí deben ir los mayores recursos del Estado y no en personas o instituciones particulares que no responden al pueblo y se aprovechan del cargo que ocupan para seguir dándose más privilegios, mientras don pueblo sigue inmerso en la pobre miseria. Es importante recordarnos que toda persona que quiere ejercer un servicio político y público es para servir al pueblo y no servirse del pueblo. Están para crear leyes, normas para mejorar la calidad de vida del pueblo y no al revés”, agregó.

Finalmente el obispo preguntó a los presentes ¿Podemos preguntarnos que nos anda pasando? y agregó por todo ello “venimos a la casa de nuestra Madre Espiritual para hacerle llegar nuestras inquietudes y preocupaciones y que nos dé la luz y la esperanza, de que sí se puede construir un país justo, equitativo, armonioso, desarrollado y con las comodidades básicas para una mejor calidad de vida para los paraguayos que habitamos este suelo guaraní”, puntualizó monseñor Gabriel Escobar.

Esta tarde se tendrá misa vespertina del primer día del novenario, a las 19:00, a cargo de Mons. Francisco Pistilli, obispo de Encarnación.

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