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El centro histórico de Asunción muestra hoy su peor rostro, sumido en el abandono por parte de la administración del imputado intendente, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR- cartista) y además tomado por la inseguridad. Las plazas del Congreso, cuyo enrejado concluyó hace más de un año, son una muestra clara.
El complejo que componen las plazas de Armas, Juan de Salazar, de la Independencia y de la Constitución, son hoy tierra de nadie. Pese a la cercanía con instituciones como el Congreso Nacional, el Centro Cultural el Cabildo y la Comandancia de la Policía Nacional, la zona es completamente insegura, sobre todo en horarios de tarde y noche.
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Tal es el abandono que, hace apenas un mes atrás, casi 20 focos y algunos reflectores que iluminan los monumentos, fueron robados. Esto fue confirmado por funcionarios municipales, que a diario intentan mantener estos espacios públicos lo más ordenado posible.
Luego del robo, ni los reflectores ni los focos fueron repuestos por la municipalidad, lo que vuelve a la zona mucho más peligrosa para quienes deben transitar a diario por allí.
Plazas del Congreso: más de un año del enrejado
En marzo del año pasado, finalizaron los trabajos de enrejado de las plazas de Armas (frente al Congreso), Juan de Salazar (frente al Cabildo), de la Independencia (frente a la Catedral y la Comandancia) y de la Constitución (frente a la Universidad Católica). En aquel momento también habían refaccionado pisos y bancos, pero no pareciera, además de la limpieza y regado de las plantas, que se haya realizado mantenimiento. Actualmente hay asientos con la madera rota y también camineros con baldosas rotas.
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Asimismo, las rejas empiezan a demostrar deterioro, por lo que la seguridad, sobre todo en horario nocturno, se ha visto seriamente comprometida. Los funcionarios municipales cuentan que ya son varios los puntos en los que las rejas fueron rotas por desconocidos.
Los funcionarios municipales con los que ABC Tv conversó, señalaron que el horario en el que más ingresan los desconocidos es pasada la medianoche, lo que se refleja en la cantidad de desperdicios que amanecen esparcidos por la zona.
El horario de apertura de las plazas es a las 6 de la mañana y se cierran a las 6 de la tarde, pese a lo cual varios adictos ingresan a pernoctar.
Oscuridad es un riesgo para los propios funcionarios
Tras el robo de los focos, los propios funcionarios manifiestan el temor por su seguridad, atendiendo a que varios de sus compañeros son los que tienen que permanecer en el sitio, incluso en horario de la tarde y noche.
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Ni siquiera la presencia de policías ni la cercanía de la Comandancia de la Policía Nacional ofrece garantía para aquellos que trabajan en esos horarios.
Los funcionarios cuentan que todos los días suceden hechos de inseguridad en estas plazas. Aseguran que ni siquiera las plantas se salvan de los adictos que buscan cualquier cosa que pueda servirles para revender y comprar sus drogas.
A esto se suma la falta de colaboración de la ciudadanía que utiliza estas plazas, que arroja desperdicios o maltratan el pasto y las plantas que adornan el paisaje, cuentan los funcionarios municipales.