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Asunción, la cálida capital de nuestro país, es el epicentro del fútbol sudamericano este sábado, al albergar la esperada final de la Copa Sudamericana 2024 entre Racing Club y Cruzeiro. Miles de hinchas argentinos y brasileños invadieron la ciudad, trayendo consigo una marea de camisetas, cánticos y banderas que tiñeron de celeste, blanco y azul cada rincón.
A pesar de los desafíos que enfrenta Asunción —calles con baches interminables, servicios básicos al límite, inseguridad y un entorno urbano visiblemente descuidado—, los paraguayos demostraron por qué su hospitalidad es reconocida en toda la región.
Comercios locales y vendedores ambulantes redoblaron esfuerzos para atender a los visitantes, mientras que los residentes, con una sonrisa inquebrantable, ofrecieron orientación, recomendaciones y hasta pequeños gestos de amistad que marcaron la diferencia para los extranjeros.
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El espíritu de los hinchas en Asunción: historias de pasión, hospitalidad y aventura
En el Seminario Metropolitano, habilitado por el Arzobispado de Asunción como área de campamento, las historias de los hinchas de Racing y Cruzeiro reflejan la pasión que mueve al fútbol. Walter, Yennifer y Jessica llegaron a la capital paraguaya sin entradas, pero encontraron en la web de la Copa Sudamericana información sobre el predio. “El lugar es seguro, tiene duchas, sanitarios y es muy lindo para acampar. Además, los precios son accesibles y la gente nos trató muy bien”, comentaron con entusiasmo. Su plan incluye disfrutar del partido en la pantalla gigante instalada en la Costanera.
Don Jorge, fiel seguidor de Racing desde Chubut, llegó tras un extenso viaje: primero un vuelo a Buenos Aires y luego un colectivo directo a Asunción. “Qué lindo, porque por lo menos acá es seguro... por donde estás, siempre está la seguridad”, destacó, resaltando la tranquilidad que le brindó la ciudad y la calidez de su gente.
Desde Puerto Bermejo, en el Chaco argentino, Diego y Estela viven su primera experiencia en la capital paraguaya. “El recibimiento fue excelente”, aseguró Estela. Ellos se hospedan en Clorinda y cruzaron por Puerto Falcón hasta la Costanera Norte, donde planean permanecer hasta la hora del partido. “La cordialidad es muy buena”, añadió con una sonrisa.
Elvi, otra hincha incondicional de Racing, viajó desde Berazategui, Gran Buenos Aires. Pidió días sin goce de sueldo para vivir este momento único y, tras más de 23 horas de viaje, agradeció la hospitalidad y el espacio para descansar antes de dirigirse al estadio. “Aunque el viaje fue largo, todo acá está bien. Los precios son normales y la experiencia vale la pena”, afirmó.
Así, los relatos de los fanáticos reflejan no solo su devoción por el fútbol, sino también el esfuerzo y la cálida recepción que encuentran en Asunción, un lugar donde la hospitalidad se convierte en el mejor premio para los visitantes.
Agradecimientos en las redes sociales
A los comentarios positivos de los hinchas en las calles de Asunción se sumaron los posteos en redes sociales. Muchas personas se volcaron a Instagram, X y Facebook para agradecer la hospitalidad de los paraguayos.
La llegada de miles de turistas revitalizó temporalmente a una ciudad que lucha por mantenerse de pie, dejando lecciones sobre el potencial de eventos internacionales como motores de desarrollo. Pero más allá de las críticas y los desafíos, quedó claro que lo que realmente hace especial a Asunción es su gente. Una vez más, la hospitalidad guaraní se roba el show, dejando una huella imborrable en todos los que vivieron esta final histórica.
Más allá de quién levante la copa en la final, la gran ganadora de la noche fue la calidez humana de los anfitriones.
