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El taller de Don Julio Aguilera nació hace tres años con el anhelo de que sean restaurados los pesebres de su familia. Cuenta que varias piezas del pesebre que perteneció a su abuela estaban rotas y para volver a poner el pesebre por varios años más, emprendió la hazaña de repararlas. El principal motivo fue el valor sentimental que guardan cada uno de los juguetes.
Su travesía empezó visitando los talleres de los artesanos de la ciudad de Areguá. “Primero tuve que investigar como se reparan las piezas que están hechas, porque tiene un tratamiento diferente, que es muy especial”, explica.
Su deseo de conocer y conservar por más tiempo los preciados juguetes de su abuela, lo llevó a investigar minuciosamente hasta alcanzar los conocimientos y sobre todo la práctica para hacer correctamente los trabajos de añadir a la vieja pieza el material fresco hecho con arcilla y yeso, para finalmente dar vida con nuevas pinturas.
“Lo que más me costó fue lograr el color piel. En la mayoría de los casos los clientes piden solo la renovación de la pintura. Ellos quieren que se pinte el mismo color y eso es todo un arte, y al mismo tiempo un desafío, porque se necesita de muchísima precisión para combinar los colores para obtener los tonos deseados”, comenta.
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Reparación de pesebres en Capiatá
Los trabajos más requeridos son las reparaciones, según aseguró. “Lo que más llegan son los ángeles, son alas rotas o algunos juguetes que por algún motivo se quedaron sin cabeza. Yo busco la manera de volver a restaurar, porque la gente llega no solo con la pieza para que sea reparada, sino también con toda una historia familiar”, menciona don Julio.
El taller del doctor especializado en traumatología está compuesto por arcillas, yeso, alambres que sirven para reforzar las piezas. A esto se suman pinceles y varios tarritos de pinturas. Sus elementos están cuidadosamente organizados sobre una mesita, que junto a una sillita, sirven para que don Julio pueda descansar y llevar adelante el arte de la restauración.
Don Julio invita a todas las personas a visitar su taller, un lugar mágico rodeado de grutas hechas por él y adornos para la casa, como salas, cocinas, como también para los pesebres. Los interesados pueden acercar las piezas que desean reparar a la dirección: calle 6 de enero c/ 25 de diciembre, en el barrio Bernardino Caballero, en el km 20, ubicada tres cuadras de la ruta D027, o bien contactar al (0993) 552-801 para agendar las citas.