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Las líneas telefónicas de la Compañía Paraguaya de Comunicación (Copaco) ubicadas sobre la calle Fulgencio Yegros están inactivas hasta nuevo aviso. Es que desconocidos, presumiblemente adictos, los famosos “chespis”, cortaron y robaron los cables de un centro de distribución ubicado en la intersección de esta arteria capitalina con la calle Luis Alberto de Herrera.
El problema no es nuevo, pero se ha intensificado en los últimos meses, destacó Alberto Martínez, encargado de la División Centro que abarca además de la zona céntrica, Sajonia y Barrio Obrero de Copaco.
“Acá se robó uno o dos metros de cable de la red primaria, que llega de la central al armario y de la red secundaria, que es la que distribuye a las casas, a los clientes convencionales”. “Lo que llevan es cobre, pero llevan todo lo que puedan llevar, a veces llevan las tapas también. De acá habrán llevado de 1 a 3 kilos, porque son cortitos. Pero en el caso de Iturbe, cortaron y llevaron ya los que son de la cuadra, de cuadra a cuadra, que es una dimensión más alta”, explicó Martínez.
Según datos extraoficiales, en el mercado “negro” se paga unos 50.000 guaraníes por kilo de cobre, motivo por el cual -sumado a la falta de seguridad- los robos siguen a la orden del día.
Chespis, responsables del 96% de los robos de cables de Copaco
“Esto fue el sábado pasado, tengo que ir a ver si tengo más cortes en la calle, el 95% son chespis, algunos son más vivos y llevan de la cuadra. Con lo que hicieron acá, hay dos manzanas fuera de servicio. También robaron los cables de Yegros y Azara y allá hay otras dos manzanas sin servicio también. Estamos sufriendo los robos de cable a causa de los conocidos como chespiritos. Este es un problema de varios años, pero ahora es de todos los días. Es el pan nuestro de cada día”, indicó Martínez.
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David Carrera, administrador del edificio Inter Express y de la agencia de viajes del mismo nombre, ubicado en la esquina de Yegros y Herrera, aprovechó la presencia de los técnicos de Copaco para reiterar su reclamo. El profesional sufre en carne propia las consecuencias de esta situación. Hace un mes robaron los cables de la caja de alimentación que le correspondía a su sector, con lo cual quedaron inactivas diez líneas telefónicas.
“Estamos hace un mes sin teléfono, estamos reclamando todos los días que nos reinstalen pero no hay caso y ahora nos dicen que va a tardar todavía. Es un problema tremendo para nosotros, porque justo es la época de más actividad y nos está creando muchísimos problemas”, explicó Carrera.
Tras reposición, cables se vuelven a robar
Sobre el punto, Martínez explicó que la reposición es demorada y, en muchos casos, el trabajo realizado queda en la nada a raíz de un nuevo robo. Según explicó, solamente identificar cada par de cables de esta caja afectada tarda aproximadamente un día. El trabajo se dificulta según la extensión de los cables robados y situaciones adversas como cuando las cajas tienen agua, entre otros imprevistos.
“Este mes tuvimos de 8 a 12 casos. Reponemos uno y se nos cortan tres; reponemos dos y se nos corta uno, así estamos luchando. En un caso de cable que va de cuadra a cuadra, repusimos cuatro veces; pero cables de menos dimensión; cuando conseguimos uno de mayor dimensión, que sería de 50 pares, repusimos y tuvimos que sellar para siempre para que no se vuelva a tocar, esto fue sobre la calle México y Cerro Corá”, comentó Martínez.
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En en enero pasado, el entonces flamante presidente de Copaco, Óscar Stark, reveló que solamente el año pasado la compañía perdió 58.526 usuarios, pues de 160.000 clientes que seguía teniendo a principios del 2023 ahora cuenta con un poco más de 100.000 usuarios.
En los últimos seis años, Copaco perdió 200.533 clientes de línea baja, según los registros de esa telefónica pública y de Conatel.