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Cualquier tipo de maltrato, ya sea físico, psicológico, verbal o social, es considerado acoso escolar o bullying. Se da entre estudiantes de manera reiterada y se desarrolla en el aula, en las redes sociales o cualquier otro ámbito escolar. Aquí te contamos cómo se puede diferenciar.
El psicólogo Richard Salerno explica que el bullying se diferencia de otros tipos de violencia porque se da de manera sistemática, la víctima se percibe a sí misma con mucha vulnerabilidad y de la misma manera es percibida por el agresor.
- Sistematicidad en el maltrato.
- Percepción de que la víctima es vulnerable ante el victimario.
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Características de los abusadores
- Envergadura física (es más grande).
- También fue víctima de violencia o fueron muy permisivos con él.
- Gozan de popularidad.
- Problemas de conducta.
- Problemas familiares.
- Dificultades en la escuela o colegio.
- Personalidad insegura.
- Videojuegos violentos son su modelo a seguir.
Características de las víctimas
- Síntomas de ansiedad y depresión.
- Inseguridad.
- Buscan aceptación social.
- Dificultades para el relacionamiento social.
- Se perciben vulnerables.
- Autoestima baja.
- Consideran que deben ser maltratados (castigados).
- No se sienten seguros con su cuerpo.
- Trastorno en el neurodesarrollo.
El bullying más peligroso
Indica que el tipo de bullying más peligroso es el que se establece a través de la violencia física porque puede llevar a la muerte, lo que no significa que las demás formas sean menos graves.
El bloqueo social es otra de las formas de violencia, cuando se excluye a una persona de los eventos a los que asisten los demás compañeros, no se los invita o se le prohíbe el acceso.
El hostigamiento es otra dinámica de acoso e intimidación que se realizan a través de mensajes de texto, expresiones de odio y humillación.
Otra forma de bullying es la manipulación social que busca distorsionar la imagen pública de la persona a través de la difamación para que desarrolle una imagen social muy negativa.
En el caso de la coacción el objetivo es llevar a la víctima a cierto comportamiento, a decir o hacer ciertas cosas en contra de su voluntad.
Uno de los más frecuentes es el cyberacoso o cyberbullying que consiste en el mismo sistema de maltrato y abuso, pero, a través de las redes sociales para humillar y degradar a la persona.
“Esto puede llegar a ser extremadamente grave porque la humillación se puede viralizar generando un impacto sumamente negativo”.
La edad más peligrosa
La franja etaria en la que se da este tipo de abuso es entre 12 y 15 años, en la adolescencia, lo que no significa que no se pueda dar en niños más pequeños o de más edad.
Prevención con enfoque multidisciplinario
Salerno manifiesta que la prevención debe ser multidisciplinaria: en entornos familiares y escolares, comprendiendo los factores socioculturales que tienen mucha influencia cuando se da este tipo de violencia.
“Es muy importante que la comunidad educativa participe de espacios de comunicación, confianza y seguridad, porque muchas víctimas de bullying no denuncian porque no se sienten seguros ni protegidos”, enfatizó.
La asistencia psicoterapéutica ayuda a la víctima a contar con recursos para defenderse y afrontar la situación.
El abusador también debe recibir este tipo de asistencia para que tenga la oportunidad de modificar su estructura mental, psicológica y emocional para comenzar a desarrollar la empatía.
Finalmente, manifestó que es importante considerar que si los estudiantes asisten a grupos socialmente sanos el bullying no será permitido en ese entorno, ya que desarrollarán la suficiente empatía.
“Por eso es importante la psicoeducación, para que los estudiantes valoren la importancia de los buenos tratos, el cuidado, la empatía y la compasión, así como acciones que sean útiles para ellos mismos”, resaltó.