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Tras sortear la andanada de chicanas impulsadas por el exministro del Interior Walter Bower y los policías Merardo Palacio y Osvaldo Vera en el juicio que afrontan por torturas a agentes policiales, el Tribunal de Sentencia del proceso más largo de la historia se dispone hoy a concluir el juicio oral y público con la imposición de las condenas.
En atención a que el juicio fue dividido, la declaración de la reprochabilidad de los acusados ya se dio el 19 de octubre pasado, ocasión en que el colegiado declaró a los acusados culpables de las torturas sufridas por el comisario Alfredo Cáceres y oficial inspector Jorge López.
Por unanimidad, el tribunal dio por probado que los comisarios participaron de hechos de maltrato físico contra Jorge López Sosa, además de otras personas; y que el exministro del Interior Walter Bower participó en los hechos que sucedieron en mayo de 2000, en las sedes de la Marina y la comisaría 11ª de Asunción, entre ellos el Crio. Alfredo Cáceres, luego de un fallido levantamiento militar contra el gobierno de Luis Ángel González Macchi.
Los apremios físicos ocurrieron en mayo del 2000, en las sedes de la Marina y la comisaría 11ª de Asunción, luego del fallido levantamiento militar contra el gobierno de Luis Ángel González Macchi.
Tanto Jorge López como Alfredo Cáceres, además de varios agentes de la Policía Nacional, fueron torturados para que contaran quiénes fueron los responsables del intento de golpe de Estado, de acuerdo a lo detallado por las juezas Laura Ocampo y Cándida Fleitas al momento de explicar la sentencia.
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Tras ser declarados culpables de torturas, Walter Bower y policías recusaron al tribunal
Sin embargo, desde este entonces todas las convocaciones realizadas por el Tribunal quedaron frustradas debido a las recusaciones y reposiciones planteadas por los acusados.
Todas los planteamientos han sido rechazados por la Cámara de Apelación, que habilitó al Tribunal de Sentencia a proseguir con el juicio oral y público iniciado en febrero pasado.
Lo llamativo es que a pesar de la notoria intención dilatoria de recursos planteados, ni el colegiado encargado del juzgamiento ni la cámara sancionaron a los responsables de las chicanas.
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Proceso por torturas a policías es el más largo de la historia
Recordemos que no se trata de un caso común, sino que es el proceso más largo de nuestra historia, dilatado al extremo precisamente a raíz de las chicanas que se vienen planteando de manera desenfrenada hace años y por la parsimonia del Poder Judicial que en distintas etapas del proceso no solamente tardó meses en resolver los planteamientos de la defensa, sino que muy pocas veces adoptó medidas para reencausar el proceso.
Los policías fueron imputados el 18 de mayo del 2000. Bower fue incluido en el proceso el 18 de abril de 2001 y la acusación se radicó un año después.
En junio de 2003 la Sala Constitucional integrada por los entonces ministros Jerónimo Irala Burgos, Carlos Fernández Gadea y Raúl Sapena Brugada decidió rechazar la apelación presentada por Walter Bower contra la acumulación del proceso por torturas con los policías involucrados, pero para tomar esta decisión tardaron un año y medio.
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La discusión sobre la prescripción de la causa puso en pausa nuevamente el caso durante cinco años. El 5 de mayo del 2008 la sala constitucional de la Corte, integrada por Antonio Fretes y los exministros Víctor Núñez y José Altamirano, hechos son imprescriptibles.
Audiencia preliminar se suspendió en 16 oportunidades
Posteriormente, realizar la audiencia preliminar fue otra odisea. La diligencia se pospuso en 16 oportunidades a causa de chicanas de la defensa. Recusaciones, reposiciones, nulidades y una serie de recursos han extendido por nada menos que trece años una diligencia que debió realizarse dentro de un plazo máximo de 20 días, contados a partir de la presentación de la acusación, según lo establecido por el Código Procesal Penal (artículo 352) pero en este caso, se realizó más de 16 años de que se presentara la acusación y concluyó el 12 de julio 2018.
Precisamente en marzo del 2018, el entonces juez penal de garantías Gustavo Amarilla (actual camarista) dispuso el arresto disciplinario por 48 horas de Walter Bower, por entorpecer el proceso. Los antecedentes del caso dan cuenta de que el 7 de noviembre de 2013, el entonces juez Julián López sancionó a Merardo Palacios con 50 días-multa (unos G. 3.000.000) ante los planteamientos dilatorios que el procesado venía planteando para trabar el caso.
En el primer juicio, que concluyó el 30 de diciembre del 2019, los acusados fueron absueltos. Este fallo fue anulado el 28 de abril del 2021.
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Estado, condenado a resarcir a víctima de torturas
Como consecuencia de esta situación anómala, el 17 de mayo pasado el Estado paraguayo ha sido condenado a indemnizar a Jorge López por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Uno de los fundamentos de la sanción aplicada fue justamente que la justicia paraguaya no se expidió en plazo razonable en este caso.
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“Las falencias ocurridas en el marco de la investigación iniciada a raíz de la denuncia interpuesta por la víctima, así como del incumplimiento con el plazo razonable del proceso penal que, actualmente, mantienen los hechos de tortura sufridos por el señor López Sosa en impunidad, evidencian una manifiesta denegación de justicia a la víctima”, indica la sentencia.
El fallo establece que el Estado paraguayo debe pagar en un plazo de 1 año US$ 50.000 de indemnización por daño material e inmaterial a favor de la víctima de tortura en el año 2000.
De igual manera, la Corte dispuso el pago de otros US$ 10.000 por costas y gastos del juicio.
Walter Bower, Merardo Palacios y Osvaldo Vera afrontan proceso por hechos de tortura que fueron denunciados en el año 2000 por el comisario Alfredo Cáceres y el oficial Jorge López, quienes fueron detenidos por ser sospechosos de haber encabezado un supuesto golpe de Estado contra el gobierno del entonces presidente de la República Luis Ángel González Macchi.