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Rebecca Bill Chávez llegó a Paraguay para participar como oradora en la asamblea anual de la Asociación Latinoamericana de Industriales Molineros, en Luque, invitada por la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP, por sus siglas en inglés) impulsada por el Gobierno de EE.UU.
Bill Chávez fue asesora especial de la actual candidata a presidenta, Kamala Harris, y subsecretaria de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental del Pentágono de la administración Barack Obama-Joe Biden. Pero también trabajó con referentes republicanos.
¿Cuáles son los principales riesgos que enfrentan las democracias?
–Existe una recesión global de las democracias. Lo vemos aquí en América Latina y sabemos que Estados Unidos no es perfecto. Nosotros tenemos nuestros problemas también.
En el pasado se produjo una ruptura muy clara con el fin de los gobiernos militares. Pero lo que está pasando ahora es muy peligroso. La gente está votando en elecciones, en la mayoría de los casos libres y justas, pero los candidatos llegan al poder por una ruta democrática y cuando asumen empiezan a desmantelar las instituciones democráticas. No lo hacen de un día para otro, pero tiene como un plan. Por ejemplo, entre varias cosas, una es eliminar la independencia del Poder Judicial. Cambian la manera de nombrar jueces, reducen los salarios y presupuestos del Poder Judicial.
También, al atacar la libertad de prensa y esto lo vemos varios lugares. Se percibe un aumento en las restricciones a la libertad de prensa.
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Otra cosa que hacen, y que genera un poco de temor, es la militarización y la “mano dura”, extrema. Existen dos modelos, y ambos tienen problemas. Hemos visto, por ejemplo, la militarización de México. Esto viene ya de 2006. Lo anunciaron como temporal pero ya se cumplirán 20 años de la militarización de las regiones. El papel de los militares viene en aumento, en tanto los homicidios y crímenes no disminuyen. Ahora, los militares prácticamente reemplazan en su rol a la policía. Se involucran en la infraestructuras, tienen el control de puertos y aduanas y eso será muy difícil de revertir después.
El otro modelo es lo que vemos en El Salvador. El problema allí no es muy fácil. Lo que está pasando en materia de violaciones de los derechos humanos es increíble. Pero, por el otro lado, la gente apoya los planes de Nayib Bukele y su estilo de gobernar.
Por esto creo que algo muy importante para la región es hablar de alternativas más holísticas sobre el papel de la policía, la tecnología, la inteligencia y la prevención.
¿Qué papel juegan los medios de comunicación en la democracia?
La libertad de prensa cumple un papel importante en la defensa de la democracia. Entonces lo que hacen es atacarla.
Venezuela es el mejor ejemplo. Cuando Hugo Chávez (1999-2013) empezó a consolidar su poder, comenzó a atacar a todos los medios independientes. Ahora no queda ninguno. Y hay que dejar en claro que vienen de los dos extremos: de izquierda y derecha. Los gobiernos de los EE.UU. se enfocan muchas veces solo en los signos, pero creo que la clave está en enfocarse en la democracia.
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El papel de la sociedad civil y los medios de comunicación es esencial, sea en los Estados Unidos, en Europa y en otros lugares también, porque debemos tener un sistema de balances y contrapesos.
¿Cómo impacta la corrupción en la estabilidad democrática de los países?
Es una de las amenazas más grandes. Y aquí nuevamente la sociedad civil y los medios de comunicación son claves. El crimen transnacional se beneficia de esta situación, y esto es muy difícil de revertir y es extremadamente peligroso. Un ejemplo de esto es lo que sucedió en Honduras.
¿Qué fortalezas destacan en las democracias más estables del continente?
Guatemala es buen ejemplo de cómo viene recuperando su fortaleza institucional. Creo que ahora desde los Estados Unidos se tiene que hablar con humildad cuando se hable de la democracia después de lo que pasó en enero de 2020 en el Capitolio. Nuestras instituciones son fuertes, pero no tanto como pensábamos.
El avance de China es sólido en la región. ¿Lo descuidó EE.UU.? ¿Reacciona tarde?
Existe una preocupación. Y sabemos que existe una gran competencia de poder a nivel mundial y no solo con China. Se repite con frecuencia que se debe elegir entre China y nosotros, pero se dice sin ofrecer una alternativa concreta. No es muy difícil escoger a China cuando EE.UU. no está comprometido, y esto viene de varios gobiernos. Pero ahora tenemos varias iniciativas, como la APEP. Quien gane la presidencia el martes 5 deberá enfocarse más en este hemisferio. Mirarlo como una zona de paz, en un mundo que está explotando.
Creo que (Estados Unidos) puede hacer más porque se percibe un escepticismo en América Latina.
La asunción de un nuevo presidente ¿cambiará la relación con el continente?
Es urgente. Debe ser una prioridad para la administración entendiendo que hoy vivimos en un mundo con muchos conflictos. Los desafíos que enfrentamos no respetan las fronteras. No se puede resolver en solitario. Crimen organizado, cambio climático, pandemias o migración. Es esencial que trabajemos juntos.
¿Cree que las posturas de Estados Unidos sobre Paraguay cambien?
Independientemente de quien gane, a Paraguay lo tienen como un socio importante, estratégico. Solo un ejemplo, su papel en la agricultura sostenible es clave.