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Un grupo de directores de escuelas públicas de Itá, en el departamento Central, denunció este miércoles ante el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), que desde el 25 de octubre les redujeron de manera considerable la cantidad de alimentos para la preparación del almuerzo escolar en el marco del programa Hambre Cero y la comida ya no alcanza para todos los alumnos que estaban incluidos en el plan.
Según los educadores, esta reducción afecta hasta a 200 alumnos, que quedaron “debajo de la mesa”, sin alimentación escolar, en algunas instituciones educativas de este distrito. En otros centros educativos, afectó a 100 o 150 escolares.
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El profesor Nery Arca, delegado de la Organización de Trabajadores de la Educación (Otep - Auténtica) en Itá, indicó que si no obtienen una respuesta por parte del MDS, a cargo del ministro Tadeo Rojas, como primera medida realizarán ollas populares, al igual que lo hicieron en colegios departamentales que habían sido excluidos de Hambre Cero y que están recibiendo alimentos desde hace unos quince días.
En una nota dirigida a Tadeo Rojas, los educadores expresaron que la alimentación escolar es un derecho fundamental de los estudiantes del país, por lo que urgieron la pronta recuperación de la cantidad suficiente de insumos para esta comida.
Hambre Cero: la respuesta del Gobierno ante la reducción del almuerzo escolar en Itá
El MDS respondió a través de un comunicado a la inquietud de los directores de Itá, admitiendo que redujeron los alimentos para los platos de comida en esta ciudad, pero alegando que fue tras auditar el programa y conversar con la comunidad educativa.
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“Tras auditorías realizadas, verificaciones hechas en las instituciones educativas, y en permanente diálogo con todos los actores involucrados, el MDS realizó ajustes en las raciones entregadas. En algunos casos, se registró una disminución de las raciones, pero siempre considerando la cantidad de alumnos que consumen los alimentos”, explicaron desde el ministerio.
En el comunicado, el ministerio afirma que no se trata de una racionalización, sino de una redistribución de los alimentos y que, mediante esta medida, ahora están llegando a instituciones educativas que antes no estaban en el programa.
Así también, en MDS asegura que “en algunos casos, se registró la disminución de las raciones, pero siempre considerando que no falte ni un plato de comida, y al mismo tiempo evitar desperdicio de alimentos y, consecuentemente, evitar el desperdicio de recursos del FONAE (Fondo Nacional de Alimentación Escolar)”