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En la escuela Adrián Jara ocurrió un principio de incendio en la parte eléctrica de la institución, se incendió el medidor de la ANDE (Administración Nacional de Electricidad) que está en frente a la escuela ubicada en el barrio Palma Loma de Luque.
El fuego fue controlado rápidamente por los bomberos, quienes acudieron al lugar para sofocar las llamas y evitar que el incendio se propagara. No se registraron heridos, pero el incidente dejó sin suministro eléctrico a la escuela, que sigue sin energía debido al daño completo del medidor.
La emergencia de este lunes sacó a la luz los problemas estructurales graves que ya habían sido denunciados previamente por la comunidad educativa. Según comentan padres y profesores, el sistema eléctrico de la escuela se encuentra en un estado crítico, incapaz de soportar la carga de los aires acondicionados y otros equipos necesarios para enfrentar las altas temperaturas del verano paraguayo.
Esta situación provoca constantes cortes de energía, cables derretidos y disyuntores que saltan ante cualquier sobrecarga, lo que convierte a la institución en “una bomba de tiempo”, según declaraciones de miembros de la comunidad educativa. Un electricista que revisó las instalaciones advirtió sobre el riesgo inminente que representa el sistema eléctrico de la escuela, especialmente en esta época de altas temperaturas. Pese a estas advertencias, los problemas persisten y se agudizan, según manifiestan los padres.
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Un historial de conflictos y denuncias
A los problemas técnicos se suman recientes conflictos administrativos que afectaron a la institución. La anterior directora, Liliana Ramírez, fue destituida luego de una serie de protestas de los padres, quienes la denunciaron por presunta malversación de fondos.
Según la acusación, Liliana Ramírez habría desviado G. 13 millones destinados en concepto de gratuidad a la institución educativa, lo que provocó numerosas manifestaciones hasta que finalmente fue removida de su cargo.
Durante las protestas, la comunidad educativa ya había señalado la precariedad del sistema eléctrico, alertando que la falta de mantenimiento y adecuación de las instalaciones representaba un riesgo para los estudiantes y el personal.
La escuela fue creciendo en tamaño y número de estudiantes a lo largo de los años y actualmente no cuenta con una red eléctrica adecuada para cubrir las demandas de energía.
Las autoridades de la institución, que alberga 537 alumnos de la escolaridad básica, están intentando solucionar el problema en la brevedad posible, ya que cuentan con saldo cero de dinero.