Cargando...
El gobernador de Ñeembucú, Víctor Hugo Fornerón (ANR), se reunió con representantes de diversas comunidades que en la víspera protagonizaron una manifestación en el kilómetro 30 de la ruta PY19.
Lea más: Pobladores de Ñeembucú cierran ruta PY 19 en reclamo de caminos de todo tiempo
Pobladores de Potrero Esteche, distrito de Guazú cua, junto a los demás habitantes de Laguna Itá, Otazú, Ciervo Blanco, distrito de San Juan de Ñeembucú, y del asentamiento Belén, distrito de Tacuaras, reclamaron de forma urgente la reparación de los caminos vecinales.
Argumentaron que los trayectos están en pésimo estado, con grandes pozos que dificultan la circulación, y que en días de lluvia empeora.
Félix Aguilera, poblador de Potrero Esteche, distrito de Guazú cua, enfatizó que la situación pone en riesgo la vida de los adultos mayores, pues el mal estado de los caminos les impide acceder rápidamente a servicios médicos. “No tenemos cómo llevar a los enfermos al hospital”, señaló.
Ante la presión de los pobladores, el gobernador accedió a recibir a un representante de cada comunidad en su despacho. Durante el encuentro, el jefe departamental explicó que no dispone de maquinarias suficientes y añadió que las condiciones de la tierra aún no permiten realizar las obras necesarias.
Sin embargo, los manifestantes insistieron en la urgencia de los trabajos, considerando que algunos trayectos requieren hasta 50 minutos para recorrer 13 kilómetros, lo cual ya ha provocado la muerte de un adulto mayor que no pudo llegar a tiempo al hospital.
Elizardo López, representante de Belén, distrito de Tacuaras, pidió el levantamiento del terraplén, mientras que los voceros de Ciervo Blanco, Laguna Itá y Otazú reclamaron que cada lluvia los deja prácticamente aislados, lo que empeora su acceso a servicios básicos.
Finalmente el gobernador se comprometió verbalmente al menos de realizar perfiladas en algunos tramos hasta lograr que las maquinarias que trabajan en la zona norte como Alberdi, Villa Franca y Villa Oliva vuelvan hacia el sur para iniciar los trabajos de levantamiento de terraplén, pero que llevaría un tiempo de 30 a 40 días, aproximadamente.
La profesora Noemí López insistió al jefe departamental a firmar el compromiso en un papel y el mismo se negó alegando que su palabra vale más que la firma en un papel “Mi palabra es mi mayor patrimonio y cuando digo mi palabra yo cumplo”, sentenció.