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Los familiares de pacientes del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS) diariamente enfrentan una realidad dura detrás de sus cercanos, según testimonios que pudo recabar este jueves un equipo de ABC TV.
Mientras acompañan a sus pacientes deben instalarse en el albergue de la previsional y enfrentar al intenso calor por la falta de un buen sistema de ventilación, así como también otras precariedades.
Uno de los principales reclamos es la instalación de más ventiladores para poder enfrentar el calor, que —según lamentaron— se intensifica durante la noche.
Algunos, inclusive, comentaron que no a todas las camas les alcanza la ventilación, por lo que algunos sufren aún más y se terminan quedando dormidos del cansancio.
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Piden la instalación de una heladera
Otro de los reclamos es la instalación de una heladera u otro equipo de refrigeración para cuidar sus productos. Subrayaron que algunos deben pasar semanas en el centro asistencial, por lo que les resulta más accesible para sus bolsillos cocinar con sus propios medios que comprar en locales gastronómicos.
“Hace mucho calor. Falta más ventilador y una heladera para guardar las carnes, porque nos queda lejos el supermercado y acá tenemos para cocinar. Con cuatro ventiladores creo que ya estaremos bien”, dijo Ceferina Guerrero, familiar de paciente.
Los familiares también cuestionaron que solo uno de los bebederos instalados funciona, por lo que no en todo momento tienen a disposición agua fría para aplacar las altas temperaturas.
Al intenso calor se le suma la gran cantidad de mosquitos, según lamentaron. Resaltan que constantemente deben comprar repelente para poder resistir en el albergue.
Compran costosos medicamentos
Otra de las quejas que se reportan tiene relación con la constante falta de insumos, principalmente de medicamentos costosos y otros elementos básicos.
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Una familiar comentó que tuvo que comprar 31 dosis de un antibiótico que en las farmacias se comercializa a G. 400.000 cada unidad, pero que desde el IPS le informan que no cuentan en su vademécum.
La hija de un paciente internado en terapia intensiva comentó que gastaron alrededor de G. 500.000 en menos de 24 horas, solamente en cremas, fármacos y otros insumos básicos con que el IPS no cuenta.
Además, denunció la precariedad en que se encuentra su padre hospitalizado. Según lamentó, en la sala de terapia intensiva donde está internado no hay acondicionador de aire y los baños están en pésimas condiciones.
Tras sus reclamos y quejas, los familiares expresaron que esperan “estar mejor”, tal como aseveraba el eslogan de campaña del actual presidente Santiago Peña.