Encarnación: vendía helados para costear sus estudios y se recibió de médico cirujano

Un destacado joven que trabajó como ambulante vendiendo heladitos para costear sus estudios universitarios, se recibió de médico cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Itapúa. Accedió a una beca de la Entidad Binacional Itaipú y hoy sueña con continuar su especialización en medicina clínica.

Encarnación: Vendía helados para costear sus estudios y se recibió de médico cirujano.
Arturo Alfonso, un joven que vendió heladitos para costear el inicio de sus estudios universitarios, hoy es un médico cirujano.Gentileza

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La historia de un joven encarnaceno de 26 años que se recibió de médico cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Itapúa (UNI), destaca por su sacrificado inicio, donde tuvo que trabajar como vendedor ambulante de heladitos para ayudar a costear sus estudios.

Arturo Alfonso Vera (26), del barrio San Pedro de la capital de Itapúa, recordó los difíciles tiempos en que desde muy joven decidió estudiar medicina, a pesar de la situación económica de su familia.

Encarnación: Vendía helados para costear sus estudios y se recibió de médico cirujano.
Agustina Vera, Arturo Alfonso Vera y Catalino Alfonso.

Es el último y único hijo varón de Agustina Vera y Catalino Alfonso. Su madre es “mesitera”, mientras que su padre es olero. Doña Agustina relató orgullosa que sus cuatro hijos pudieron culminar una carrera universitaria, a pesar de que ella y su esposo no tuvieron las mismas posibilidades.

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Arturo Alfonso, luego de siete años llegó al objetivo de convertirse en médico cirujano, en la Universidad Nacional de Itapúa.

Para la madre, es importante el apoyo de la familia en todo el proceso de formación. “Fue difícil y duro, no teníamos para cubrir los gastos, pero todo salió bien, gracias a Dios”, exclamó.

Difíciles inicios

Arturo explicó que emprendió sin éxito el primer año, y recién en su segundo intento logró ingresar a la carrera en séptimo lugar, en el año 2017. Decidió aportar a la economía del hogar vendiendo heladitos mientras lograba su primera meta de ingresar a la carrera de medicina.

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En su segundo intento logró ingresar séptimo a la carrera de medicina en la Universidad Nacional de Itapúa.

Logró conseguir una beca de la Entidad Binacional Itaipú, lo que constituyó un gran alivio para la familia, según refirió.

Resaltó la importancia del apoyo que recibió en este trayecto más complicado que deben atravesar las familias de escasos recursos. “No por no tener los mismos recursos, no podemos llegar a ser lo que queremos”, dijo.

“En nuestra época no había arancel cero, todo era más complicado”, sostuvo. Desde pequeño soñó con ser médico, y el próximo desafío que asumirá será terminar la especialización en clínica médica, indicó.

Instó a los jóvenes a creer que pueden llegar a sus metas, a no temer al trabajo y al esfuerzo, que en su caso, fueron la base para iniciar su travesía. El valor del trabajo fue el pilar que le inculcaron sus padres desde muy pequeño, afirmó.

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