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La Asociación Comercial, Industrial y de Servicios de Saltos del Guairá y la Comisión de Desarrollo solicitaron a inicios de octubre a la Municipalidad que derogue toda normativa que autoriza la presencia de vendedores ambulantes en el microcentro comercial de la ciudad.
Aducen que, con el pretexto de ser vendedores ambulantes, una gran cantidad de personas sin ninguna identificación atacan a los turistas en los estacionamientos, obligándolos a comprar productos innecesarios, tales como medias, turrones, limpiaparabrisas y otros, que son apenas pretextos para acercarse al turista y luego extorsionarlos para sacarles dinero.
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Según los comerciantes, el método más común de los embaucadores es el empleado de limpiaparabrisas, conocidos como paletas en la jerga callejera, quienes por un par de dichas piezas llegan a despojar a los visitantes de montos que llegan a los 300 reales, unos G. 420.000 al cambio actual. Dichos accesorios cuestan menos de G. 50.000 en los negocios.
“Como asociación, exigimos que sea resuelta la presente situación, disponiéndose la derogación de toda normativa que permita la presencia de vendedores ambulantes en el centro de nuestra ciudad, para de ese modo reestablecerse la paz social así como para dotarse de seguridad a quienes frecuentan y llegan a nuestra ciudad”, resalta el petitorio.
Morán rompió pedido
La respuesta del intendente Héctor Morán (ANR-HC) fue romper la nota de pedido frente a los vendedores ambulantes, quienes se reunieron con el mismo luego del reclamo realzado por los comerciantes. Dicho acto fue considerado una actitud populista del jefe comunal que vive enfrentado con un sector de los comerciantes por diferencias políticas.
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En la ciudad de Saltos del Guairá existe una asociación de ambulantes que tiene autorización de la Municipalidad para desplegar 170 vendedores por las calles de la ciudad, con la debida identificación. Los paleteros, niños y los denominados pirañitas (personas que conducen a los turistas a ciertos locales comerciales) están estrictamente prohibidos.
Humberto Cáceres, presidente de los comerciantes, afirma que actualmente existe un total descontrol sobre la actividad de los ambulantes en el centro de la ciudad y que esto está perjudicando enormemente la buena imagen que tenía el sector de turismo de compras, considerado el pulmón económico de la capital de Canindeyú.