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El juez Fabián Weisensee, presidente del Tribunal de Sentencia, se descompensó esta mañana durante la presentación de los alegatos finales de la defensa del exministro del Interior Walter Bower; debido a una dolencia que lo aquejaba desde tempranas horas de este sábado. A causa de esta situación, los alegatos conclusivos del Abg. René Fernández se vieron interrumpidos, apenas 20 minutos después de haber iniciado.
En atención al estado de salud del magistrado, el Colegiado de Sentencia integrado además por las magistradas Laura Ocampo y Cándida Fleitas resolvió interrumpir el desarrollo de la audiencia y fijar la continuidad de los alegatos finales de la última defensa para el próximo sábado (19 de octubre).
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Fuentes del Poder Judicial confirmaron a nuestro diario que apenas se suspendió el juicio, Weisensee fue derivado hasta un sanatorio privado de Asunción, donde recibió asistencia médica ante su situación de salud.
En principio se tenía previsto que este sábado se dicte sentencia en el juicio oral que afrontan Bower y los comisarios Osvaldo Vera y Merardo Palacios, acusados de supuestas torturas a los policías involucrados en intento de golpe ocurrido en el año 2000, en contra del entonces presidente de la República Luis Ángel González Macchi.
Denuncia de torturas en la Comisaría 11ª y en la Marina
Los antecedentes de esta causa se remontan hasta los días 18 y 19 de mayo del 2000, cuando varios policías acusados de intentar perpetrar un golpe de Estado contra el gobierno del entonces presidente Luis Ángel González Macchi fueron arrestados por sus mismos camaradas. El oficial Jorge López y otros policías denunciaron haber sido torturados en la sede de la comisaría 11ª Metropolitana en la mañana del 19 de mayo.
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Los detenidos fueron trasladados hasta la sede de la comisaría 11ª, que no era la de la jurisdicción en donde ocurrieron los hechos (microcentro) pero era estratégica porque en esa jurisdicción estaba la residencia de Bower. López integró el grupo de agentes que estuvieron detenidos en la referida dependencia policial, mientras que el comisario Alfredo Cáceres afirmó que el 21 de mayo de 2000 fue torturado por los mismos policías bajo la supervisión de Bower en la sede de la Marina.
La denuncia que dio origen al proceso en el año 2000 refiere que también sufrieron apremios físicos en la ocasión los agentes policiales Higinio Pérez, Emilio López Villalba, Emilio Escurra, Saturnino Gamarra, Fabián Ojeda, Rafael Sosa, Ricardo Báez, Lorenzo Genes, Reinaldo Insfrán y Próspero Arévalo.
En atención a la excesiva duración de este juicio, que ya tiene 24 años de duración, varias víctimas desistieron de accionar e incluso han fallecido testigos y hasta uno de los primeros acusados por el caso, el comisario Basilio Pavón, jefe de la comisaría 11ª en la época.
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Este es el segundo juicio realizado en esta causa, debido a que la sentencia de absolución por duda dictada en el primer juicio, que finalizó el 30 de diciembre de 2019, fue anulada en instancias superiores.
Piden declarar a Walter Bower culpable de tortura
En esta oportunidad, el Tribunal de Sentencia presidido por Fabián Weisensee e integrado por Cándida Fleitas y Laura Ocampo, dispuso la división del juicio en dos etapas, para que primero se determine la reprochabilidad de los procesados y en el caso de que sean declarados culpables, se discuta posteriormente la pena aplicable.
En sus alegatos finales la fiscala Sonia Sanguinés, de la Unidad Especializada en Derechos Humanos, sostuvo que durante el juicio quedó fehacientemente demostrada la responsabilidad de los acusados en los apremios físicos sufridos por las víctimas, ante la sospecha de su participación en una supuesta asonada.
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La agente destacó los distintos testimonios que corroboran la versión de que López fue sometido a torturas en dependencias de la comisaría 11ª Metropolitana, mientras que el comisario Cáceres fue trasladado hasta la Marina, donde fue golpeado en presencia de Bower, entonces ministro del Interior.
Por su parte, los abogados querellantes Carlos Álvarez y Rolando Alum, en representación de los agentes policiales Alfredo Cáceres y Jorge López, en ese orden, durante la presentación de sus respectivos alegatos finales destacaron que además sus representados y muchos otros agentes sufrieron apremios físicos en la época, pero no accionaron.