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Cuando sonó la alarma, a las 14:30, los brigadistas tomaron medidas y ayudaron a evacuar los distintos lugares de trabajo, conduciendo a todo el público interno de la Central Hidroeléctrica de Itaipú a los respectivos puntos de encuentro, siguiendo estrictamente los entrenamientos rutinarios. Luego, autobuses, minibuses y furgonetas pasaron por las localidades para trasladarlos al punto de encuentro, el aparcamiento del Centro de Recepción de Visitantes (CRV). Así informó Itaipú, lado brasileño, en su portal digital.
Participaron todos los empleados, contratistas, pasantes y jóvenes aprendices del área corporativa de la margen izquierda (de Brasil) de la CHI, además del público brasileño y paraguayo del Área Industrial (AI). Como el evento simulado tuvo lugar en la unidad 9, en la región central del AI, una parte de las personas se dirigió al punto de encuentro de la margen derecha (MD), en transportes de MD, y otra parte a la margen izquierda, en CRV.
El tiempo necesario para retirar al personal de las oficinas fue de 55 minutos. El último autobús salió del CRV regresando a las oficinas a las 4:05 pm. Toda la actividad duró 1 hora 35 minutos.
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“Ha tardado un poco más que en años anteriores, pero ahora hemos introducido una mayor complejidad en el ejercicio”, afirmó Patrick Wietholter, director de la División Ingeniería de Seguridad en el Trabajo (RHSS.AD) y coordinador del Área Corporativa PAE.
“En los dos años anteriores se pusieron en marcha los tres PAE simultáneamente, dando mayor rapidez, especialmente a la estructura de transporte”, explicó. “Este año, los bomberos evaluaron el escenario y decidieron, junto con Operaciones de Planta, abandonar inicialmente el área industrial y, luego de evaluar el alcance y criticidad del incidente, decidieron abandonar posteriormente el área corporativa”, agregó.
Según Wietholter, este orden de acontecimientos, que se produciría en una situación real, provocó un aumento del tiempo de abandono de los edificios del área corporativa. “Sin embargo, resaltó que los equipos de observadores externos, integrados por la Defensa Civil del Estado de Paraná, la Defensa Civil de Foz y el Cuerpo de Bomberos de Foz, juzgaron que nuestro tiempo de abandono fue excelente, teniendo en cuenta la magnitud y complejidad de nuestra planta”, explicó.
Según el capitán William César Ferrandin, comandante del 1er Subgrupo de Bomberos de Foz de Yguazú, participar como observador en el simulacro de Itaipú fue enriquecedor, incluso para los profesionales que actúan constantemente en el área.
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Destacó la capacidad de las fuerzas de seguridad de Itaipú de movilizar cerca de dos mil personas para entrenamiento, así como la disponibilidad en la planta de modernos sistemas para la cohesión de los protocolos de evacuación.
Wietholter reconoció que una simulación de esta proporción solo es posible gracias a la ayuda de diferentes sectores de la empresa. “El apoyo y compromiso de todas las áreas es fundamental para el éxito de la capacitación, especialmente aquellas que apoyan directamente la organización del evento, como TI, Transporte, Seguridad Empresarial, Relaciones Públicas y varias otras, además, por supuesto, de los brigadistas, que son los puntos focales en cada una de las oficinas”, señaló.
“Este es un ejercicio que depende del compromiso de todos, sin excepción”, agregó. “En simulaciones o situaciones reales, seguir siempre las instrucciones de los brigadistas y abandonar las instalaciones lo más rápido posible, ya que en estos casos cada minuto es crucial para garantizar la integridad física de las personas, que es el mayor activo de nuestra empresa”, concluyó.