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En Horqueta, distante a 42 kilómetros al este de la capital del primer departamento, se realizará la conferencia de prensa donde la familia del cautivo leerá un comunicado. Es en recordación a los 8 años del inicio de la desaparición de Félix Urbieta Ramírez, y que desde hace más de 7 años, nada saben de él.
Desde que el autodenominado Ejército del Mariscal López (EML) secuestró al ganadero, su familia había recibido pruebas de vida mientras negociaban su liberación. Pero la última vez que los integrantes del grupo terrorista se comunicaron con la familia fue a finales de enero y principios de febrero de 2017.
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En reiteradas ocasiones la esposa de Félix Urbieta Ramírez, Ermelinda Agüero y sus hijas Norma y Liliana, suplicaron a los captores que puedan continuar con las negociaciones o dar informaciones sobre su paradero, hasta ahora no lo hicieron. La familia sigue esperando que los organismos del Estado, puedan lograr su ubicación.
El secuestro
Felix Urbieta Ramírez fue secuestrado el 12 de octubre de 2016. El ganadero vivía en su estancia “San Francisco”, ubicada en la comunidad rural denominada Belén Cue, a 15 kilómetros de la ciudad de Horqueta.
Hasta ese lugar llegaron dos jóvenes de sexo masculino, según las investigaciones, uno de ellos fue Alejandro Ramos Ramírez, hijo de Alejandro Ramos y Lourdes Ramírez, sobrina del hacendado, el otro fue Feliciano Bernal Maiz. Ambos ya fallecidos en distintas circunstancias.
Al principio, los integrantes del autodenominado Ejército del Mariscal López (EML), pidieron 500 mil dólares. Según los datos, tras las negociaciones con la familia el monto exigido por los secuestradores bajó a 350 mil dólares. Nunca se llegó a pagar.
En la última carta enviada por los terroristas, estos mencionaron que sí no cumplían con sus pedidos sólo iban a recibir “prueba de muerte”, refiriéndose a Félix Urbieta Ramírez.